Caleta

Se vanagloriaron de tener un chef con una estrella michelín Molestaron interrumpiendo preguntando el estado de cosas elementales como el pan Pedí un steak tartar de primero. Bonito a la vista, terrible al gusto Una capa demasiado fina de carne con una capa de crutons que hacian imposible degustar nada más que pan. No tenían Chuleta (60$), pedí Rib Eye (55$) Pedí enfáticamente sellado por fuera CRUDO, por dentro. Quisieron hacer el matiz que segun ellos era azul. 2 veces lo trajeron demasiado cocinado. Me fui sin comer segundo. INCOMPETENTES. UNA ESTAFA ABSOLUTA.

muy bonito el lugar, excelente atención muy atentos y amables, pero en relación con la comida tenía poco sabor, no tenia en el menú el precio de los jugos, ni mucho menos el café, la relación con el precio no fue la mejor y eso que fuy a desayunar y quedé con apetito, solo lo recomiendo por el lugar para tomarse fotos y algo romántico pero solo eso.

Fue una experiencia exquisita. La presentación de los platos impecables y hermosa. La elaboración y cocción de los alimentos en su punto. A todos nos fue muy bien. Pero entre el Mero, el Pulpo y las Vieiras, mi plato, los Raviolis fueron los preferidos de todos. Excelente servicio y muy buen ambiente. Para mi gusto un poco encerrado, pues me encantan las Terrazas y vistas más abiertas. El hotel vale la pena conocerlo. Hermoso!

El restaurante es muy lindo, con una decoración al estilo del hotel y el casco antiguo de la ciudad. La atención es de primera, los meseros muy atentos y amables. La comida es una exquisitez! El cochinillo con puré de otoe, delicioso. No probamos otras entradas porque todos en la mesa ibamos con recomendaciones de probar este plato. Los platos fuertes, deliciosos todos. Es un éxito cuando en una mesa de 7 personas todos encuentran que su plato estuvo delicioso! Probamos El Mero, La corvina (sustituyendo el pargo del menú), y los raviolis de espinaca. Probamos tambien 2 postres. La esfera de chocolate rellena de mousse de chocolate y frutos rojos, estaba riquísima. Definitivamente volveré porque la experiencia fue muy pero muy buena.

Deliciosos todos los platos, probamos el cochinillo (muy rico), las vieiras(deliciosas) y el pargo rojo (no había pargo sino filete de corvina, fue el menos favorito, pero rico igual) el pan de la casa muy rico. También pedimos postres, el bizcocho con ron y el mousse de limón, ufff deli delis. En general estuvo deliciosa la comida, el lugar super íntimo y romántico. Nos gustó mucho!