54 East

La decoracion muy agradable, el servicio muy amigable, respetuoso y profesional. Tienen una pizarra con los especiales del día que contrasta con la elegancia del local. Las entradas muy bien, chistorras, muy buenas, sepias, sabrosas, pulpo al carbón, delicioso pero muy pequeño y los camaroncitos a la española, buenos........las tapas fueron las estrellas de la noche en preparación, sabor y presentacion. Para principales probamos el mero con alcachofas y hongos, la corvina con salsa verdes y almejas y la guabina en salsa de calamares. El mero delicioso aunque no estamos seguros que los hongos combinaran con el mero, la corvina con almejas y salsa verde, bien pero la salsa verde estaba inundada en aceite de oliva. Por ultimo la guabina con salsa negra de calamares, la salsa de calamares, deliciosa, la guabina tenia un color amarillo dudoso que ante la duda se prefirió no probar mas allá de un bocado. Los platos principales estuvieron ok pero la presentacion pudiera ser un poco mas elegante, como las entradas .De postre probamos la creme brule, excelente. Vale la pena probar el restaurante por la decoracion, servicio y gastronomía

Fuimos un grupo de 7 personas y pedimos la cena tipo “family Style” todo para compartir.....súper recomendable la cena, presentación, creatividad y sabor muy bueno.

La comida de este lugar siempre es impecable. Deliciosa. Los palmitos a la parrilla wow. Y los pescados frescos. Solo me molestó un poco que algunas entradas estaban muy chicas.

Fui para el día de la madre... pero no sabia que no había menú a la carta ese día.. era buffet. Todo estaba rico.. pero quede con ganas de regresar otro día a probar las especialidades. En buffet nunca es igual.

Los langostinos sobre arroz salvaje en salsa de mango chutney con gelatina de ají chimbola son de los mejores platos que mi paladar ha degustado. Respecto a la atención, Pedro Masoliver trajo nuestros platos a la mesa personalmente y nos habló sobre la confección de los mismos. Mi visita fue perfecta!