Fuego y Fierro

El restaurante es una bonita casa en San Francisco, que han acondicionado como restaurante, lo que le da la posibilidad de tener varios ambientes y poseer un amplio patio. En cuanto a la comida su especialidad son carnes a la parrilla las cuales se veden por libra, pedimos un ribeye para compartir el cual llego justo en el punto deseado y de muy buen sabor, acompañado de Papas Bravas, las cuales estuvimos muy buenas. Lo que creo que deben mejorar es tener un menú mas amplio, porque los acompañantes y en general todo el menú es muy limitado, ademas que muchas de las cosas que ofrecían estaban agotadas. Es un restaurante con potencial, pero debe buscar la forma de diferenciarse. Resumen: 6.8/10

Llegamos antes de la hora prevista y muy amablemente nos acomodaron una mesa en un sector especial, el mesonero fue sumamente amable y diligente con todo lo que pedimos, a pesar de que éramos un grupo grande.

la comida estuvo buenísima, les recomiendo de entrada el queso con cebollas caramelizadas y la tabla de chorizos, yo me comí un Rib Eye, que estaba delicioso y la relación precio cantidad me pareció excelente, también pedimos el churrasco de pollo muy bueno, solo que acá hago la acotación de que es ahumado, para que lo tomen en cuenta, el servicio bueno, pero no se si porque era domingo se veía que les hacía falta personal y también el lugar es muy estrecho para mesas grandes, yo hice una reserva y cuándo llegue la mesa no estaba lista y nos acondicionaron un lugar que estaba muy incómodo, tiene un área de terraza muy amplia en donde si se pueden habilitar mesas más grandes, esto sería lo único que me dejo insatisfecha

Si estas buscando un lugar para comer carnes maduradas te encantará este restaurante. Ahora bien, ve preparado para sudar mucho, la terraza es super húmeda, no tienen abanicos, es al aire libre y esta cerca del área donde se cocinan las carnes. Las sillas son incómodas debido a que el terreno no es plano, este lugar no es recomendable para personas con movilidad reducida. Lo que salvo la noche fue la atención de Alan, el mesero, que se desvivió por hacer que nuestra experiencia fuera buena. Otro punto a destacar fue el tiempo en que demoraron en traer la comida, a pesar de que fuimos unos de los primeros en llegar; la comida demoró más de hora hora, así que ir con mucha hambre no es una buena opción.

Perfecto para una almuerzo familiar y/o amigos un domingo. Terraza sencilla pero acogedora. ideal para ir con niños. La comida muy buena, atención personalizada por parte del dueño y chef.