Tastes

Sobrio o sombrío...aun no lo se, me quedo debiendo el ambiente. Ciertamente los lugares en ciertos Hoteles imprimen ese sello de severidad que impera en la industria de la hospitalidad cuando ya se llego a un nivel de 5 estrellas, pero me parece que se les fue la mano. El lugar es callado y relativamente oscuro, poca vida. Aun si quisieras una velada romántica, los ventanales que miran al llamativo lobby naranja del Hotel Riu contrastan demasiado. En fin, si se trata de comida, la venganza viene servida caliente o fria, depende de tu gusto al ordenar. La comida es realmente buena..compartimos un New York Steak en 7 salsas que me dejo una muy grata impresión. De entrada compartimos unos deliciosos wontones de cangrejo y camarón que también debo elogiar. Mi esposa fue por una ensalada de peras y queso azul que estaba bastante bien, una vez mas gano la cocina y no la farandula local. Me queda la duda si regreso con amigos, luego del poste no quedan ganas de mucho. En todo caso si lo que antoja es comer bien y estar un tiempo con uno mismo sin mayor prisa o motivación por una actividad a posterior, este es el lugar.

La decoración es agradable, la música no era muy adecuada para el tipo de restaurante. Las sillas un poco altas para la mesa. El servicio súper bueno, están siempre atentos y muy amables (bueno eramos tres mesas ocupadas en el salón) La canasta de pan variada y rica. Pedimos de entrada un tartar de pato, ravioli con camarones y las conchuelas tempura. El tartar de pato rico, pero el acompañamiento no me convenció. Las conchuelas, grandes pero se saboreaba más el tempura que la conchuela y la salsa muy dulce para mi gusto (se le sentía el sabor a miel). El ravioli me pareció rico (lo que más me gustó). Pedimos de plato fuerte la langosta, estaba un poco chiclosa, no se sentía fresca, la esponja de hongos rica y papas bien hechas. En general, me parece que la crítica que leímos antes de ir estar sobre valuada, no está mal pero no es memorable y no me dejó el gusto por algo que me haga regresar.

Es un sitio promedio, no se merece el alto rating que tiene. Es un buen concepto en papel y el diseño teorico de platos es excelente. Primero, el ambiente la verdad es muy malo. Es un sitio muy grande y bastante frio en decoracion. Ademas el hecho que estuviera vacio un jueves 9pm no habla muy bien del sitio. La comida tiene buena intencion pero se queda corta en ejecucion. Los conchuelas y raviolones de entrada son parcos en sabor. El plato fuerte que podria rescatar son los langostinos abiertos al carbon. El resto de los platos (que pedimos en la mesa) tratan de ser buenos, pero solo eso... Tratan. Deben tener muchos amigos para darles ese rating. Conclusion, no puedo recomendarlo.

Me encanto el lugar! Nos recibieron con un lagostino tempura cortesía de la casa, pedí unas conchuelas escondidas que estaban regulares. El plato fuerte me encantó, pedí una entraña que estaba en su punto! Lo único que no me agrado, fue que el mesero demoró demasiado para traer la cuenta.

It's good but does not deserve such high ratings based upon other similar but better restaurants. In my opinion the food is overly creative, is not as tasty as the name would suggest and repeats ingredients/styles too much. The overall concept is fun and creates a lot of talking points, but the food quality/value isn't there. The table bread is good, and was complimented by nice, but microscopically small, pieces of pineapple butter. We ordered starters to share: tempura scallops, mini fried eggs with cooked cured meat and potato, bruschetta with jerk chicken and manchego cheese. The scallops tempura batter was overly salty and overpowered other more subtle flavours. The eggs were overcooked and the cooked cured meat had no flavour...it should have been bacon. The jerk chicken was not "jerk" at all and had no spice. Everything sounded great on the menu but didn't live up to the expectation. Next we ordered the lamb, beef filet and shrimps. The lamb was nicely cooked and had good flavour. However it was accompanied by the same potato as the mini egg starter and did not have the sweet flavouring promised by the menu. The beef was very nice and well cooked. Unfortunately it came with the same tempura as the scallops, and surrounded mashed potato. Also, the beef came with the same cooked cured meat. The shrimps were big and nicely cooked but lacked flavour. Other than the actual meats, the best part of this course were the frozen 'shots' that accompanied the food. These tasted great (especially the Bloody Mary one with the beef) and set in dry ice so when water was poured on them it was like a science experiment on the table. This was good fun and promoted much picture taking. The location of the restaurant is not great. You are just off the hotel lobby at the back, so it didn't feel special at all. Overall I would say its worth going once for the "flair/show" and experience of how the food is presented but not worth returning for the food as its not that "Tasty"....