Otra vez quedo satisfecho con los servicios de este restaurante que nunca me ha decepcionado. Desde el Valet Parking, los meseros, el Maitre d´, la comida y la música suave de piano. Todos apropiadamente vestidos. Limpio. Elegante. Cómodas sillas. Vinos de todos los precios. Logré probar el Mero en salsa de Albahaca y el Bacalao a la Portuguesa. Ambos muy buenos. Es uno de los lugarcitos que crónicamente visito.
Platos recomendados
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Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Uno de mis restaurantes favoritos. Volví ayer. El Atún con dos mostazas estuvo delicioso. La música como de costumbre agradable. El servicio bueno y los vinos a buen precio. El Protos Verdejo no decepcionó. Nunca me falla en lo que se refiere a costo beneficio. Cuando planifico una salida a cenar y no me quiero arriesgar es uno de los restaurantes que nunca disminuye mis expectativas.
Soy fiel a este restaurante que nunca falla. Con mi esposa invitamos a dos nietos pequeños. Contrario a los mariscos y pescados que son mi elección, mis nietos pidieron muy a mi pesar espaguetis. Casi los mato. Pues bien, el mesero super atento se los trajo. Mi filete de mero en salsa verde acompañado por un vinito blanco por copas estuvo delicioso. Mis acompañantes estuvieron contentos, les gustó el muro de agua corriente, la música del piano, el esqueleto del bote en el techo y ahhhh ... su pasta.
Valet parking. Ambiente y decorado buenos. Mesero regular sin atención esmerada. Comida buena, los camarones con eneldo de buen sabor, el Mero, mi pescado favorito se había acabado. Quedaba la corvina cuya textura que no me gusta, amanerada, suave y sin sabor específico, me hicieron decidirme por el róbalo cuya contextura es más dura, pero el lejano sabor a demasiado omega 3 (aceite de pescado) me desanimó un poco. No sé si se debió al róbalo mismo o al guardado en el congelador. No insuperable con la deliciosa salsa de albahaca con que vino preparado. Un camaroncito de 4 cm fue el único adorno. Aconsejo al chef ponerle algo de color a este plato. Una ramita de perejil con una rodaja de zanahoria, un pimiento morrón y dos aceitunas en fin tanto que hay y barato. El sabor estuvo bueno pero la vista le faltó. El Marqués de Riscal Verdejo hizo los pases de rigor. Creo personalmente que el Protos de la misma uva es más delicado y menos ácido. Música constante y agradable de piano nos acompañó durante toda la velada. Este es un restaurante que siempre es bueno y agradable y con precios justos.
Hace un mes fui y por su excelencia volví hoy. El mero con alcaparras y mantequilla negra excelente. La langosta con langostinos en una salsa con paprika y acompañada con un arroz blanco fantástica. La langosta a la Monseñor Laboa inmejorable. Y el mero una salsa suave y brandy exquisito. No hubo plato malo. El servicio bueno y su jefe de meseros el Delfín siempre atento. Esta vez nos acompañó un Marquez de Riscal que hallé un poco ácido para mi gusto. Para mejorarlo y disminuirle su bajo pH tuvimos que enfriarlo con un truco casero. Al agua con hielo de la cubeta le agregamos la sal del salero de la mesa. En 5 minutos bajo la temperatura del jugo de uvas fermentado ocultando su acidez. La música en vivo muy adecuada. Los precios muy razonables y sin tratar de ahorcar al pobre consumidor. Seguiré visitándolos frecuentemente. El restaurante lleno de personas agradables sin el bullicio que tan frecuente encuentro en otros restaurantes. Una de las mejores opciones para comer bien y a precios justos.
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