Santé

Es un ligar muy ameno para ir a comer, ya sea en familia, amigos y en pareja. Su comida es muy buena, no demoran tanto con los pedidos y tienen menú variado. Es algo complicado el tema de estacionamientos porque es una plaza pequeña.

Muy bueno los camarones picantes de entrada, el risotto de langostinos de plato fuerte y la limonada de hierba buena. Muy buen ambiente y un servicio muy rapido.

Ubicación céntrica sin embargo nunca hay estacionamiento lo que de por sí hace difícil detenerse allí. La comida tipo rápida con picadas (alitas, emparedados, nachos y cosas así) no es muy buena, es un lugar hecho más que todo para reunirse a tomar con los amigos (cervezas). Los cocteles no saben bien. Solo iría con el grupo a tomar más no a comer, costo sabor beneficio en comida no vale la pena.

Anoche miércoles de ceniza decidí salir con la familia a cenar. Todo estaba cerrado y fuimos aqui. Casi no había nadie y aún así la atención fue espantosa. No nos trajeron agua ya que en teoría salía sucia, demoraron 10 min más para el pedido, pedí soda refil y otros 10min para que no la trajeran y mi esposa fue a la caja a pedirles. Las camareras andaban en su mundo con los celulares. La verdad no vuelvo más. Muy mal esucadas esas muchachas.

Desde antes que se mudaran ya iba al restaurante y siempre ha sido bueno. Platos bien servidos hablando de cantidad y con un toque característico del chef. Sus dulces son de morir. El pie es una delicia.