Había ido una primera vez hace unos meses, quedando con ánimos de regresar. En efecto, regresé y no me arrepiento en lo absoluto de haberlo hecho. Día sábado, en la tarde/noche, fui con mi novia para degustar de este lugar. Ordenamos de entrada unas samozas riquísimas, que acompañadas con la salsa no picante (no recuerdo si era mandarina o tamarindo) le dan un toque por encima de lo sublime. De plato fuerte, ordenamos un butter chicken con una orden de un pancillo redondo horneado con aceite de oliva (no recuerdo el nombre del pan) que fue, sinceramente, una delicia. El pan, untado a la salsa del butter chicken, fue tan bueno que ordenamos una segunda orden del pancillo. Definitivamente que valió la pena, y la relación precio/calidad/cantidad es excelente. Aquellos que buscan una experiencia religiosa gastronómicamente hablando, deben ordenar lo que pedí. El servicio fue excelente, no demoraron para nada con los platos, nuestro mesero estuvo atentísimo en todo momento y demostró conocer sobre lo que le preguntáramos en cuanto a la comida. El ambiente, pues, la decoración no te dice mucho de que sea un ambiente de un restaurante hindú, pero la música y los videos que ponen en las pantallas te trasladan a ese tipo de ambiente. Altamente recomendable el restaurante, sin duda alguna!
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Entré como una escéptica a este pequeño local que no parecía ofrecer mucho y que me demostró totalmente lo contrario. La comida: simplemente deliciosa, sin una sola falla de principio a fin. Para empezar, ordenamos samosas y fish tikki; ambas frituritas muy ricas acompañadas de sus respectivas salsas. De plato fuerte, elegí el Chicken Manchuria; albóndigas de pollo de una textura muy agradable, se desmenuzaban en la boca. Acompañelo con una porción de rico Naan, que es el pan de la casa, para recoger la salsita del pollo y más que listo. Definitivamente debo recomendar el Melon Lassi, una bebida a base de yogur que estaba refrescante y exquisita, muy diferente. Tuve la suerte de gozar con buen servicio, pues el muchacho que nos tomó la orden, aparte de ser muy atento, conocía el menú de cabo a rabo e hizo unas recomendaciones muy acertadas. Lastimosamente, no puedo decir lo mismo del ambiente del restaurante, ya que el local es un tanto estrecho y soso; aunque la música indostana que ponen en los altavoces le da un buen toque de autenticidad. Los precios, sin duda alguna, excelentes con relación a la comida y recuerde que sólo se puede pagar en efectivo. Seguramente, Sabor de La India se gana todavía más visitas mías.
La comida muy rica... me encanto que pedimos cosas diferentes y variadas y compartimos todo.... precios excelentes!!!!! el postre (las bolitas de queso) estaba yummiiiiiiii.... quiero volver ya!!!! pero si le falta ambiente al lugar.... es para regresar pronto!!!!
Me gustó muchísimo toda la comida...ya he ido 3 veces pero lo que más me ha gustado son los panipuri y kurma vegetariano.
El lugar es bastante sencillo y casual pero no desarreglado. El servicio es excelente y el chef es muy amigable sin ser confianzudo. La comida me fascina y los precios hyper-bajos (para estar en la capital) lo hace aún mejor! Adoro las samosas siempre tostaditas y para plato fuerte mi favorito por ahora es el mutton curry con una orden de arroz basmati para recoger toda la deliciosa salsa. No puede faltar como acompañamiento un mango lassi, lo cual es una bebida a base de yogurt y pulpa de mango. Advertencia: Sabor de la India no es apto para los enemigos del picante y de la comida muy condimentada.
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