Rino's

Este restaurante es muy bueno, no se que pasó ayer. Yo pedí una Lasagna de carne gratinada y el tamaño de la porción era como para un niño. No solamente quedé con hambre si no que le hacia falta sal y condimentos en general. No sabia a nada, la salsa era muy insípida. En mi mesa se pidió tambien un plato de canelones con carne molida gratinados, una pasta con pulpo en salsa roja y otra pasta en salsa roja pero acompañada de bolas de carne molida. En general, la salsa de todo estaba muy simple, le faltó "poder y sazón". El servicio por lo general es muy bueno pero anoche nos tocó un mesero que le costaba entender lo que se le pedía y no sabia lo que significa "agua al tiempo". Tuvimos que pedirla varias veces y en vez de decirnos que no sabia a que nos referiamos sencillamente ignoraba la solicitud. Aparte de eso, su actitud fue muy amable, no me puedo quejar. Volvería obviamente porque siento que fue como un mal día, quizás el chef no se sentía bien.

Un bonito lugar, los meseros muy atentos, la comida tarda un poquito, no es la mejor comida italiana que he probado, pero se mantiene dentro del rango de buena, la sangría es rica, y si volvería a este restaurante, además los precios son bastante accesibles y siempre que voy hay estacionamiento.

Primero el servicio, las personas tenían modales buenos, pero parecían desganados, con muy poco animo, en cuanto a la comida, voy a darle otra oportunidad, esperaba un sabor mejor, el ambiente es excelente, muy relajado y elegante.

La noche que decidimos ir a este lugar, es para el olvido. No hubo un solo acierto. Lo primero, fue que lo escogimos para ir a la terraza y tomarnos una sangría y luego comer. La terraza estaba llena, así que pasamos al salón. La sangría, muy común, nada que celebrar. Pedimos como entrada unos hongos, que quizás fue lo mejor de la noche, sin que fueran muy buenos. Lo peor vino con el plato fuerte, pedimos pastas que traían ingredientes que no estaban descritos en el menú y además no traía los que aparecían descrito. El sabor, de poca calidad. La atención del mesero, más que improvisada. He escuchado que va a cerrar porque van a construir allí, y la verdad, nada se pierde.

Para los amantes del queso en la pasta este es su lugar preferido, las pastas vienen inundadas de queso, lo que en lo personal me empalaga, por lo que trato de pedir salsa roja en mis pastas, mi preferida la pasta a la berenjena (deliciosa), solia pedir de entrada pan a la naopolitana que tambien es un clasico, pero con los panes de la casa ya me llenaba de tanta levadura. El servicio es atento, relacion precio calidad razonable y ambiente acogedor.