La comida estupenda al igual que el sitio. Si debe mejorar el servicio, solo 2 personas atendiendo, sin embargo era martes y 3 mesas llenas. Se derramo vaso de agua y nunca pasaron a secar el suelo, lo cual es muy incómodo para los comensales toda esa agua debajo de la mesa. No hay wifi, lo cual en lo personal no es para mi imprescindible, sin embargo para otros en la mesa si lo fue. En general aceptable.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Desde el momento en que ingresé, la atención del personal fue cálida y profesional, contribuyendo a un ambiente acogedor. La presentación de los platos reflejaba la atención meticulosa a los detalles, evidenciando la dedicación de la cocina. El Tartar de Atún, con su frescura y equilibrio de sabores, se destacó. La Goat Cheese Salad, con ingredientes frescos y combinaciones inesperadas, resultó en una experiencia gustativa inolvidable. En definitiva, este restaurante ofrece una experiencia gastronómica completa que combina servicio excepcional, ambiente agradable y platos que deleitan los sentidos.
he ido muchas veces al lugar y la mezcla de atención, ambiente y comida lo hace especial para pasar un buen rato. No obstante presenta situaciones desagradables con su abastecimiento que no debe suceder en un lugar de primera y genera incomodidad cuando tienes invitados. Escoges un corte de carne tomahow de $75 y resulta que no hay, solo hay uno más grande que cuesta $126- como si estuvieras en New York y pides carne madurada. Pides vinos normalitos que el supermercado cuestan $13 les recargan el precio a $48 y para colmo después de la segunda botella se les acaba, lo que es inadmisible en un lugar que pretende ser de primer nivel. Al final tres personas la cuenta $360, personal encantador, pero mala relación precio calidad. No volveré.
Ubicado en el Casco Viejo al lado de Casa casco, tiene servicio de valet parking a $5. Ubicado en la planta baja con decoración a cal y canto y jardines verticales. Carta pequeña, variada y bien elaborada. Pedimos varias entradas y memorable Los tacos de Darién, ensalada y para compartir platos fuertes de pescado y ribeye (uno especial de $80) pero que vale la pena y hemos regresado varías veces por el. Carta de vinos muy cara y los meseros se apuran a rellenarte la copa, lo cual para mí es molesto porque impiden la oxigenación del vino. Lugar para regresar y recomendar. Personal atento y servicial.
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