Moró

Nunca había ido, el restaurante es relativamente nuevo y por lo que había escuchado era muy bueno... efectivamente estuvo genial la cena, la atención excelente, las porciones son pequeñas pero quedas satisfecho, pedí un filete de res término medio y estuvo delicioso! Seguro volveré! Otro punto a favor es la vista que tiene, es súper bonita

El ambiente es muy tranquilo y romántico, propicio para una velada, el menú no es muy extenso, bastante reducido y no cuentan con todo lo que exponen en el menú. El servicio es muy atento y eficiente, bastante rápida la cómica, el éxito de la noche fue el pan de aceitunas y la presentación del queso de cabra en un masetero y una flor. Está muy cuidada la presentación de los platos, muy artístico; es muy buena la comida, recomendado. Le cantaron el cumpleaños a uno de los presentes, el gerente del restauran lo hizo, nos gustó mucho su amabilidad y cordialidad. Los felicito... volveré pronto!

Excelente el pato confitado y el pollo de leche. Buena atención, siempre atentos. Un sitio ideal para ir en pareja a relajar.

La comida fue espectacular, sin lugar a dudas, hubo unos detalles en el servicio, pero la saliera supo manejarlo estupendamente; aparte de que fue muy amable y paciente. Les recomiendo el plato de pato (no me gusta el pato y quise pedirlo para ver cómo me iba) quedé fascinado. De acompañamiento pidan los champiñones al balsámico, imperdibles. El picante de la casa es demasiado genial (soy un fan de las salsas picantes, vivo por ellas). El cocktail estuvo delicioso y de los panes les sugiero el de ajonjolí porque los otros dos son muy duros si no están frescos.

Bueno, parece que ahora los almuerzos son tipo buffet de manera que cambia un poco la perspectiva. La comida era acorde con el precio y el sabor estaba bien. Había rissoto con hongos y espárragos, pollo y pescado con una preparación muy buena; ceviche de corvina, un par de ensaladas, panes, postres. Buen sabor de todo. Creo que puede funcionar y resuelve muy bien el almuerzo.