La Jarana

Regresamos por el chaufa de mariscos y valió la pena. Hicimos el pedido para llevar y lo acompañamos de un ceviche frito, deliciosos. Para regresar pronto.

Es un lugar pequeño pero tienen muchas mesas, los platos se pueden pensar que están caritos pero la porción es grande siendo posible que dos personas compartan un plato. El servicio es malo, las muchachas no están de servirte el agua o tomarte el pedido o no conocen bien el menú y la comida es bastante regular.

Llegue con altas expectativas por todo lo que lei y/o escuche de este sitio. Pero como dice el dicho "nadie experimenta por cabeza ajena" y lo que hice fue al fin visitarlo. El sitio no inspira a nada, llegas y la atencion es muy deficiente, pregunte por platos recomendados y al parecer los del servicio sabían menos que yo misma de sus platos. Pero bueno esto ya lo había leido y/o escuchado. Creo q sera la primera en afirmar que la comida no es para nada espectacular. Talvez porque fui Lunes (quiero pensar) pedí dos entradas que pienso yo deben ser especialidades, el ceviche de corvina el cual estaba bastante regular nada especial y la causa de atun que no gusto para nada solo era atun enlatado con mayonesa cebollita entre dos masas de papa asi como se lee... Nada especial. De plato fuerte pedi el lomo saltado el cual no tenia mal sabor, sin embargo es el primero que pruebo con papas no frescas (de bolsa para congelar) y esto le arrebato de inmediato la exquisitez que usualmente ofrece la mezcla de sabores que tiene este platillo. De beber ordene la chicha morada que fue lo mejor de la visita y el postre un suspiro limeño que estaba bien pero se sentia que tenia varios dias de haberse preparado. En general si puedo coincidir con que la cantidad que ofrecen en definitiva es para compartir y mas nada amigos. Talvez fui a otro sitio porque este no era para nada lo que lei y/o escuche.

El ceviche es el mejor súper fresco. Las porciones de los platos diría que la mayoría son para compartir porque son bastante grandes. La atención nada excepcional.

Lugar pequeño, sencillo, un tanto agradable. Menú amplio, con variedad. Buena carta de vinos. Lastimosamente los visite el viernes, y no tenían cerveza peruana. Raro no? Siendo esta su especialidad, no debería de faltar en sus neveras. De entrada probé las arañitas, estan bien y trae buena opción para compartir. De plato fuerte, pedí la clásica “Jalea”, y para 2 está ok, siempre y cuando pidas entrada. Trae variedad de mariscos y de guarnición solo yuca. En cuanto sabor, no les puedo decir que WAO, ya que sabía más a empanizado – frito, que a un gusto o sazón en especial de la casa. La verdad la comida no está memorable ni increíble, hay mejores opciones de cocina peruana en Panamá. El servicio de las meseras, lento y todas con cara de pocos amigos, da pesar pedirles algo. A la que le toco atender mi mesa, ponía los platos de mala gana, en una esquina que casi se caen, no sé, a mi criterio deben mejorar muchísimo en esto. Llevaba muchas expectativas positivas, las cuales quedaron reducidas a un OK. No está dentro de mis opciones para comida peruana.