La Cocina de la Peatonal

De mis restaurantes favoritos últimamente. Ambiente tranquilo y local acogedor con terraza amplia. Me parece ideal para ir a tomarse unos deliciosos cocktails y degustar todos sus platos ya que son adecuados para compartir. Recomiendo los cebiches: ambos donde mueren las palabras.

Una propuesta de comida panameña diferente y muy chic. El lugar es bastante acogedor. La idea es pedir todos los platos que puedas para degustar entre varias personas. Lo recomiendo

Fuimos a este lugar ya que en la plaza hay varios restaurantes y puedes ordenar en cualquiera de ellos, luego de ser atendidos y ordenar la comida, vienen al rato y nos dicen que estaban todos cerrados excepto la cocina, habíamos ordenados una sopa de allí y tampoco o habían comandado. Pedimos nuevamente la comida y algunos platos no estaban disponibles, al traer la comida fue decepcionante el tamaño de la carne de palito, pedimos una orden de patacones para acompañarlos y llegaron luego al final, la atención es pésima y desorganizada.

Éxito total! Todo lo que pedimos estuvo riquísimo, en especial el sous de chicharrón, el guacho de mariscos, el arroz con coco y los patacones. La atención muy esmerada y el ambiente muy agradable, con buena música al volumen apropiado. Altamente recomendado!!!

Comida. Todos los platillos tanto d el entrada como principales eran una delicia. Dan de bienvenida un pan de yuca que me recordó un restaurante francés. Así con ese nivel de calidad. Queríamos probarlo todo. La carne en palito tal y como lo mencionan los críticos anteriores: muy rica. Las hojaldres me parecieron con un sabor salado-dulce muy marcado. Recomendaría un toque más sutil. El ceviche de langostinos y los camarones con salsa haitiana extraordinaria, las empanadas de pulpo originales pero la cubierta tostada denotaba un proceso de freidora con aceite un poco opaco. Sugiero revisar. Y el plato indiscutible de la velada: el Guacho de Mariscos. En mis 57 años de edad jamás había probado un guacho tan rico. El sabor del fruto de mar con el guandú y la salsa de coco…¡Dios mío! Manjar de dioses. Las bebidas no se quedaban atrás. Servicio. Excepcional. El joven Luis súper atento siempre por aclarar nuestras dudas y mantenernos siempre hidratados. Ambiente. Acogedor. Sencillo pero lindo. Algo Zen. Tremenda experiencia. Las fotos no hacen justicia a los sabores de los platos. Un poco costoso pero la experiencia lo vale.