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Fui a celebrar el cumpleaños de mi hermana el sábado pasado al restaurante. Al llegar notificamos que teníamos una reserva por cumpleaños que deseábamos una mesa cómoda, nos sentaron en una esquina y debíamos esperar que otra gente se fuera para ver donde nos sentaban, cuando había una mesa perfectamente desocupada sin ningún letrero de reservado en la cual nos dijeron que no nos podían sentar porque había una reserva de 10 para una mesa de 5 puestos que pues no entendí. Luego de un rato, se levantan un par de comensales en diferentes mesas y nos sientan en la mesa que siempre estuvo vacía, continua el servicio un poco pobre. Hacemos el pedido de una picada mixta con comida mexicana y todo muy rico hasta que a mitad de los nachos siento que saben cómo a viejo recalentado. Le pido a la muchacha que retire el plato y le expreso de que los nachos se sienten como viejos y me hizo un gesto como de ay que mal, no dijo disculpe no hizo nada solo un gesto de ah okei. Por último para celebrar el cumpleaños de mi hermana y cantarle, pedimos dos postres, uno de Maracuya y un flan. El de maracuya incomestible, es un licuado de maracuya pura pero sin colar porque viene con todos los residuos de las pepitas y no se puede ni tragar y un flan duro hecho quién sabe cuándo que sabía a reposado. Por último, es un lugar lindo pero un poco lento en atención y cuidado del producto que se le ofrece al cliente, tienen buenos sabores pero no son cuidadosos, ni en cocina ni en el salón.
