En la Fonda

Buen restaurante de comida panameña, un ambiente bien chevere, puedes disfrutar gran variedad de platos tipicos en el centro de la ciudad

El lugar divino, uno de transporta al interior, excelente ambiente. Perfecto para llevar a visitantes que no tendrán la oportunidad de ir al interior de nuestro país. La comida, empezaré por lo único que no me gusto en lo absoluto, que fueron las torrejitas de maíz, eran recalentadas y se le sentía algo de sabor a harina. Los demás platos riquísimos, el plato de mar y tierra totalmente recomendado para compartir y comer de todo un poco, la ropa vieja deliciosa, pero lo que a mi me mato fue el pulpo caribeño, y el chupe de marisco del plato de mar y tierra. Pedimos el cazador embera, full recomendado. El servicio muy bueno y bastante rápido con todo y que esta lleno el restaurante.

Hoy fui a almorzar a La Fonda y definitivo el lugar tiene un excelente ambiente a la hora que vayas, la comida buena como siempre, en esta oportunidad pedí las hojaldres con lechona y sin duda volvería a pedirlas. Su decoración es muy panameña y sus platos aún mas

Encontramos mesa con mucha suerte, pues lo mejor es reservar y eso que fuimos un día de semana random. La atención no fue mala pero creo que puede mejorar o no se si estaban enredaditos pues habían 2 grupos grandes y nosotros eramos solo 5 personas. En cuanto a la comida pues pedí frituras para degustar, los chicharrones estaba crujientes pero les faltó algo de sabor, la hojaldra no me gustó mucho, he probado mejores, la lechona estaba super suavecita, pero con un sabor muy dulzón, en realidad tenía una espectativa muy elevada en cuanto al sabor de sus platos vs lo que probé, no me mató y siento está un poco caro para la calidad de la comida. Le daría una oportunidad para probar sus platos fuertes a ver si me va mejor.

Hoy asistí a este local donde tienen muy bien decorado el lugar al estilo del interior, en cuanto a comida que fue el menú navideño que incluía (lechona, arroz de guandú, tamal de maíz viejo, plátano a la tentación, ensalada de papas y una porción de rosca). La lechona estaba regular, el arroz de guandú simple, el tamal de maíz viejo no estaba malo pero tampoco bueno, la ensalada de papas no estaba fresca y ya se sentía el sabor agrio. La comida estaba fría. Pedí una limonada la cual los limones ya estaban pasados. Pedí un sao y no estaba bueno. El precio es muy alto para la calidad de comida que ofrecen. Lo mejor fue la música típica en vivo.