Efímero

Restaurante agradable para ir con amigos o familia. No había agua potable ese día, pero igual nos atendieron bien. Pedimos solo platos cocinas por miedo a que la falta de agua influyera en la salubridad de la comida. De todos modos, tenían disponibles todos los platos. Nos quedaron pendientes los platos crudos. Particularmente nos gustaron los postres: el de chocolate, el suspiro limeño y el arroz con leche. El personal es atento y honesto con las recomendaciones, lo que evidenciamos al pedirle sugerencias al mesero. La decoración es oscura y acogedora. No hay muchos estacionamientos, por lo que recomendaría llegar en viajes compartidos. Hay valet parking, sin embargo el espacio de estacionamiento para los carros es muy limitado.

Visité dos veces, la primera estuvo excepcional, increíble la comida y la atención. La segunda vez desapontó, no tenían disponible nuestra primera elección de entrada, y lo que comimos no estuvo bueno. Quedé sin ganas de volver una tercer vez.

Fuimos para San Valentín, el ambiente súper acogedor y con música y excelente iluminación; la atención 10/10 y la comida increíble. De entradas pedimos gyozas de pato, pulpo al olivo y ceviche limeño. plato fuerte y para compartir pedimos la cola de corvina que es enorme y trae 2 sides. Aperol Apritz bien hechos para celebrar! la verdad, si regresaría!!! eso si, quedamos full 😃

El restaurante esta muy bien ubicado, los saloneros fueron muy amables, la temperatura del aa esta adecuada, la comida muy buena aunque no muy abundante. sin embargo deben poner un poco mas de enfasis en el tiempo de traer los platos, incluso notamos que les siervieron a otros clientes que llegaron despues que nosotros

Visits este restaurante para un reencuentro de compañeros con la promoción de Mastercard pero superó expectativas a la experiencia completa. El cóctel de la casa, un gin and tonic con jarabe de mandarina excelente como aperitivo y acompañado de una causa con atún fresco y masa de remolacha y las gyozas de cerdo simplemente fueron la apertura a una gran experiencia tanto culinario como social. De ahí desistimos de ver el menú y dejamos que nuestro mesero personalizará la experiencia en la cual probamos, rollos de primavera, pulpo al olivo y rollos de combinación de atún con salmón. la fusión de sabores fue impresionante y ninguno de los platos alteró los sabores de los otros. luego probamos el fetuccini al pesto con entraña, el arroz de alta mar para cerrar la experiencia. Fuimos por la promoción y obtuvimos una gran experiencia en la cual sembró un deseo al grupo de seguir reuniendonis de esta manera.