Ciboulette

Este lugar tiene un menú variado y para todos los gustos. Tiene varias opciones vegetarianas. El servicio es muy bueno. Tienen valet parking y siempre dan un abrebocas de cortesía. Recomiendo el risotto de setas y el humus con pulpo. Tienen buena carta de vinos.

Este lugar nunca deja de sorprender por su excelente cocina y atención. El chef siempre está pendiente de que todo sea perfecto, y por otro lado, Oscar se encarga de asegurar que la experiencia sea memorable. El tuétano y los escargots, como entrada, simplemente espectaculares. Y para plato fuerte probamos la corvina y el risotto de langostinos. Ambos platos increíbles! Para finalizar, el tiramisu de Baileys y los profiteroles se encargaron de almuerzo cerrara con broche de oro. Un restaurante para volver cada vez que se pueda.

Como siempre el Chef nos sorprendió con unos excelentes platos los cuales disfrutamos mucho. Excelente ambiente siempre con una atención del equipo y visita del chef.

Vamos al punto, Es caro? Carísimo. Vale la pena? Totalmente. Lo bueno? El servicio. Lo malo? El tiramisú. Lo feo? Cuando llegó la cuenta. Lo que comimos: Entrada - unas tapitas de humus con algo de marisco (cortesía del chef), foie gras, tuétanos con chorizo. Plato fuerte - arroz melcochado c/ queso de cabra y rib eye, pulpo a las brasas, lamb rack. Postre - tiramisú, creme brulee, panna cotta. Vino - tempranillo y merlot por copa. El ambiente es íntimo y podría prestarse para elegancia pretenciosa. Es lo que pensaba… Debido a situaciones del día, llegamos en una facha demasiado informal, pero en ningún momento nos sentimos fuera de lugar. Profesionales de verdad. Recomiendo sin duda las mesas en la entrada, frente a los ventanales que dan a la calle. Apenas llegas te recibe el maitre’d que estará pendiente de absolutamente todo lo que pase durante la cena. De manera muy cortés le da tips y dirección a los meseros cada vez lo necesitan y los apoya cuando hace falta. Nunca me faltó agua, cambiaron todo el servicio en cada curso, conocían el menú, buenas recomendaciones… no tengo dudas que es la mejor atención que se puede conseguir en Panamá. El chef también visita a cada comensal, lo cual siempre es un buen toque. Sobre la comida no tengo mucho que decir. Es francesa fusión y excelente. Mi favorito, y por mucho, fue el arroz con queso de cabra. Era una acompañamiento para el rib eye, pero podría ser un plato fuerte por sí solo. El lamb rack estaba hecho a la perfección, el foie gras tal lo que esperaba, los tuétanos una propuesta muy interesante. La panna cotta deliciosa con algo que hacía “pop” en cada bocado, la verdad que me gustó. Creme brulee como debe ser, la capa de azúcar gruesa y dura. El pulpo no me mató, pero eso no quiere decir que estaba malo. Es que en comparación con el resto como que no daba la talla. Pero el tiramisú si me defraudó. Talvez porque no soy tan amante del café y éste tenía un moussed de café que era lo más fuerte del plato… Mis felicidades por esta excelente propuesta. Les deseo lo mejor y definitivamente volveré!

Siempre impecable, ambiente, atención y ejecución de los platos. En esta ocasión la sopa de cebolla francesa, los ravioli de setas y langosta fueron estelares. Los demás comensales difrutaron mucho algunos risottos, filete mignon y buef bourginon entre otros. Todo de muy buen nivel. Seguro que regresamos.