Churreria Manolo (Via Argentina)

Fui a Manolo el día de mi graduación, eramos 6, pedimos 2 paellas y 2 spaghettis a la marinara..Wao, sin palabras.. pensabamos que las paellas alcanzaban para 2 pero nos equivocamos porque no alcanza para 2, alcanza para 3 y hasta para 4.. Excelente..uff hasta dejamos para llevar.. el precio esta muy de acorde a las porciones, lo unico que tengo que criticar es que al mesero le falto un poco mas de amabilidad y que el dueño del local le estaba gritando a uno de los meseros en el momento que comiamos, me parece que deja mucho que desear ya que uno no va a estos lugares para escuchar gritos.. y menos del jefe, que pena que trate a su recurso humano asi y peor aun delante de los clientes... senti pena ajena.

Ayer fui con mi esposa, ya que nos quedo de camino. Como estoy comiendo mas liviano, me fui por la ensalada cesar a pesar de su exagerado precio (8.75). Despues de esperar como 20 minutos, me traen una ensalada, nada del otro mundo, tan pequena como si fuera para la lonchera de un niño. Me decepciono. Mi esposa pidio un derretido, le parecio normal tambien. Quizas su especialidad sean los emparedados y carnes....por supuesto tambien sus churros, pero para alguien que esta en "cuido" como yo, este no es el lugar indicado.

Nací en Barcelona, y pasé toda la infancia en el distrito de Sant Gervasi. Los domingos era visita obligada un pequeño local de la Plaça Bonanova para comprar "patatas fritas de churrero", patatas fritas artesanas que elaboraba Manolo Aguilar en su "Churrería Manolo". Las freía frente a nosotros, con un punto de sal perfecto y un crujiente inolvidable. Luego para satisfacer los caprichos más dulces, el postre se engalanaba con sus churros que mojados en chocolate espeso a la taza eran pecata minuta. Todos estos recuerdos los recuperé en Panamá, concretamente en la "Churrería Manolo" de Via Argentina, a miles de kms y años de distancia de aquella de mi barrio natal. Quedé fascinado con los churros clásicos, los rellenos de manzana y especialmente con los rellenos de arequipe. Luego hemos regresado para ampliar horizontes y desayunar desde el emparedado cubano, el de cantimpalo y también los huevos fritos con higado encebollado. Los jugos naturales también son buenisimos y me decanto por el "Taboga". Casualidades de la vida, pero el "Manolo" de la Churrería panameña era un emigrante catalán, según me contaron las saloneras del propio local que fundo la churrería en 1972. Se llamaba Francisco por lo que cabe pensar que el nombre de Churrería Manolo tome el nombre y la inspiración en aquella de mi infancia. Más allá de estos pasajes personales que pretendo vincular a través de un churro, debo reconocer y me atrevo a afirmar que la Churrería Manolo de Ciudad de Panamá tiene unos churros tan, pero tan buenos, que si existiera un concurso mundial de Churrerías con un jurado que catara "a ciegas", seguro que levantaban la gran medalla de oro con su Churro de Arequipe. Ya saben: los sábados por la mañana nos vemos donde "el Manolo" !!!

El desayuno es muy rico, los emparedados tambien.... buen lugar para tomarse un cafecito con las amigas y comerse un par de churros de pecadito.... son definitivamente a otro nivel.... lastima que no aceptan American Express...

Desayuno los fines de semana y jamas he tenido queja, me encantan los pancakes y el filete encebollado a caballo. Mi almuerzo es aqui 3 veces por semana porque tienen un menu ejecutivo super variado y al mejor precio vs. cantidad y calidad. Tambien he cenado en varias ocasiones y me encanta poder pedir mis cervezas (que incluyen boquitas) mientras espero mi comida. La verdad he ido muchisimas veces y me encanta, sobre todo el churro de manzana de postre.