Casa Blanca

Excelente lugar para pasar un sábado en la tarde, la comida estuvo espectacular y la atención fue excelente. Definitivamente volvermemos a ir.

Fui a Casa blanca un sábado, y el parking no fue un problema porque tienen servicio de valet parking. Tiene area interior y exterior, pero decidimos sentarnos dentro del restaurante. Tenian exclente música en vivo, lo único malo es que estaba demasiado alta, por lo que se complicaba conversar, so si vas a platicar bastante con tus amigos, es preferible sentarse en las mesas afuera. El servicio en térmnos generales fue bueno, y la comida llegó rapidamente. Pedí un mojito de maracuyá que estuvo delicioso (casi pido otro) hahaha. De plato fuerte pedimos una paella san felipe (que tenia buen sabor pero la senti un poco aguada), la pesca del dia (que era corvina, estaba normal y con el punto de sal muy bajo aunque los patacones si estaban buenos), tambien pedimos patacones caribeños (que estaban sabrosos y tenian un toque dulce, so probablemente si no te gusta la comida dulce no te gustaran). En terminos generales el restaurante es chevere, pero definitvamente seria bueno que le bajaran el volumen a la musica para poder conversar mas a gusto, regresaría para probar otros platos.

Esperaba mucho mas de la comida y la atención. Los fines de semana se llena mucho,por lo que no hay mucho espacio. Si quieren tener su puesto sugiero reserven! Mi amiga pidio la hamburguesa y estaba quemada. El taco que pedi estaba delicioso, si voy lo pido denuevo!

Estábamos con nuestra mascota, por lo que tuvimos que sentarnos afuera... Estaba lloviendo, sin embargo se preocuparon bastante por nuestra comodidad. La comida estaba buena, casi no demoraron en traerla. Nos gustó... Buena opción para comer en el casco si estás con tu mascota.

Invitamos a unos familiares que nos visitaban en Panamá y quedaron positivamente impresionados. La comida estuvo excelente, hubo un problema con el plato de mis hijos pero ellos inmediatamente lo resolvieron y no lo pasaron a la cuenta, me pareció muy atinado. El ambiente, la comida y la atención te hacen querer volver.