Daniel quería ir al Boulevard Balboa a comer filete de pescado al ajillo, yo ya había cenado en casa así que solo esperaba un postrecito nocturno. Nos estacionamos abajo, ese parking soterrado es muy práctico en un área como esa… Cuando entramos vi el mismo ambiente político/familiar de siempre, nos sentamos e inmediatamente después nuestro mesero Claudio nos trajo el menú, Daniel ya sabía que pedir y fue directo al grano, mientras que a mí si me tuvieron que dar tiempo para decidirme. Nos trajeron una ensalada simplona y un pan con mantequilla que aunque quiso ser brioche y no lo fue estaba muy rico. Ahí me decidí por un pie de manzana con helado que cuando vino a la mesa resulto ser TODO UN PAYSON con su bola de helado de vainilla Estrella Azul, la corteza no tenia gracia en verdad, el relleno estaba mejor, en este plato definitivamente compensaron la calidad con la cantidad por los $3.75 que costaba. El filete de pescado al ajillo era un glorioso pedazo de corvina gordito cubierto por una salsita de ajo en su punto. De acompañante estaban unos patacones no crujientes mas si sabrosos, y como suele hacer siempre mi recluta de turno bebió una malteada con la comida. Yo pague la cuenta de $16 con clave más la propina de Claudio, ya que siempre sonreía y nos ofreció un muy buen servicio. Eso es todo, bajamos y nos fuimos. El Boulevard es un buen lugar para comer platos caseros cuando nadie quiere cocinar. http://holgamaria.tumblr.com/
Platos recomendados
Calificar el restaurante (recibe 20 puntos)
Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Este es un lugar "tradición", especialmente si eres fanático de Ave. Balboa. Definitivamente lo mejor del lugar para mi, son los emparedados, especialmente "el cubano".
Un lugar un tantito caro para la relación precio/calidad/cantidad, pero los sandwiches son una verdadera delicia. Mi novia y yo comimos el de pierna con mozzarella acompañado de unas papas fritas y estuvo todo muy bueno. El servicio fue bueno, aunque anéctoda con el parking: el señor de seguridad que nos ayudaba a estacionarnos, no fue de mucha ayuda ya que el espacio que íbamos a utilizar para estacionarnos nos lo robó otro cliente. Creo que debió ser de más ayuda y no debió encogerse de hombros cuando le pregunté qué había pasado y por qué había permitido que nos robaran el estacionamiento. El ambiente es normal, no tiene mucho la verdad. Se me asemeja a un dinner de USA, pero nada más. Lo recomiendo por los emparedados y para comer algo ligero y tranquilo bien cerca de la medianoche.
Comida muy sana y sobretodo fresca. Siempre pido ensalada de pollo.
Debo decir que para mí este local es más que un refugio. No solo me encantan sus emparedados, a los que me he emprendido en la tarea de probar todos, si no que guarda también un valor sentimental. Siendo objetiva, el servicio quizá no sea el más convincente; es decir, no es lo más eficiente del mundo. Aunque hay una perceptible ventaja al sentarse en la barra, visitar el Boulevard en hora pico es para armarse de paciencia. Pero aún así lo amerita. Es un lugar para echar cuentos y relajarse. También he de mencionar que la relación calidad/precio es muy cuerda, buena comida por factura humilde. Recomendadísimo el mítico sandwich cubano. Se podría decir que así se bautiza uno en el Boulevard Balboa.
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