RetroGusto

Desde que llegamos al restaurante la atención fue de primera, todos los platos estuvieron increíbles. La calidad de la comida no se puede comparar con la calidad de otros restaurantes en el que platos similares cuestan el doble. Retrogusto hace que quiera volver a Boquete solamente para volver a comer aquí.

El lugar es acogedor, la cocina es visible, el personal era atento cuando llegamos pero ya después que nos entregaron los pedidos teníamos que llamarlos para que nos sirvieran más agua y para la cuenta, los platillos son bien decorados, pedí ravioli con relleno de carne y estaba salado, al retirarnos los platos el señor que nos atendió nos pregunto que tal la comida y cuando le comente que el mío estaba salado, lo elimino de la cuenta.

Ambiente agradable y acogedor, se siente como estar en casa. Puedes ver lo que te cocinan, es cocina abierta. El servicio eficiente. Cuando ves el menú se te antoja ordenar todo. La comida muy buena. Recomendado los hongos rellenos de entrada.

La comida estaba deliciosa, sirvieron rápido y el camarero fue muy esmerado. Pedimos una pizza de salmón, una ensalada de lechugas hidroponícas con un aderezo súper delicado, y un risotto con trufas negras divino. Al final nos dieron a probar un licor de maracuya (producto local, que por supuesto compré). El café expreso es algo que hay que probar. Voy a regresar.

Mi primera opción cada vez que tengo oportunidad de ir a Boquete. Cada plato tiene una presentación y sabor increíble. Mi recomendación es el risotto con langostinos y de postre el tiramisu con una presentación muy original.