Mansa

Nos recomendaron amigos el Mansa. Elegimos una noche para cena y hicimos reserva por teléfono. Sabe un restaurante que no logra pasar del razonable. Servicio, mediano. Comida: mediana, decoración: mediana... Pedimos tres pizzas, ya que dijeron que las pizzas son buenas. Buenas, no tanto, pero caras (al rededor de USD15) del tamaño de un plato. Comimos dos sabores: hongo con queso cabra (olía a queso guardado en la nevera por mucho tiempo) y el de brie con bacon (grasoso al extremo).

Siempre es flojo el servicio pero la comida es muy rica. Las pizzas excelentes. En nuestra última visita estuvimos más de 1 hora esperando por las pizzas y luego nos dijeron q estaba dañado el horno. Y nos tocó pedir y esperar 1 hora más por la comida.

Las pizzas es lo único que funcionó. Todo estuvo un horror. Hemos venido en otras ocasiones y funcionaba bien. Hoy solo las pizzas. Todo lo demás lamentable.

Caro. Platos pequeños. Servicio desorganizado. Menú sin descripciones (hay que preguntar qué es cada cosa). Ambiente ruidoso y mientras más se llena más suben el volumen de la música. . . Absurdo!

Fue una cena para 2 persona donde pedimos dos entradas; una sopa de calabaza (zapallo) con unos panes de la casa deliciosos, y unos pulpos con fideos estilo asiático, ambos muy rico. Como plato principal fue un Pato en maracuya (parcha) con un risotto y un pescado con un mezcal mariscos con pulpo y camarones. En el caso del Pato y el risotto estaban buenos individualmente, pero tenia unos vegetales que cuando lo combinaba no agregaba nada positivo. Sobre el pescado estaba muy bueno. Pero lo mejor fue el Postre que era un brownie de chocolate con una capa de caramelo y chocolate duro con una bolita de vainilla. De bebida tome una Manhattan que estuvo bien. El servicio fue excelente y el lugar esta bien lindo. Resumiendo vale la pena ir, pero las porciones no son muy grandes, que es bastante común en el formato restaurante fusion