Bruschetta

Jugo de maracuya bueno. El pollo asado bueno. Las chuletas les falto mas tiempo en el fuego. Pero la verdad de las limitadas opciones que hay en el valle para comer.

El restaurant es sencillo, rústico. Las porciones son buenas pero el cocinero no tiene sazón: la bruschetta tradicional de formato sobredimensionado le falta el toque de buenas hierbas, el sancocho muy simple y aguado, las zarzuelas de mariscos (dos personas la comieron) disparejas en sus mezclas pero igual de sosas (variedad de mariscos en su punto pero que no terminan de formar una unidad en la zarzuela como tal), el pulpo al ajillo le faltaba el ajo.

Recomiendo las bruscheta y las pastas. De las que he probafo, El espagueti al óleo con langostinos y el espagueti con pulpo han sido los mejores. Los sabores no son clásicos italianos, pero son excelentes, de los mejores del Valle, compitiendo con los mejores en Panamá en comida italiana con combinación con criollos. La cartera de vinos es muy pobre, nosotros traemos nuestro propio y vino pagamos descorche, que es bastante accesible y da una mejor experiencia con la comida. Las mesas la mayoría se encuentran a la intemperie, no iría si está lloviendo. El servicio muy bueno, pero a la velocidad del valle. Recomendado por la comida y llevando su propio vino es una buena relación costo beneficio.

No es un lugar con muchas pretensiones, es una buena comida, sencilla, muy normal. Tiene buena ubicación, con mesas fuera, sin aire acondicionado

Pie de limón delicioso Patacones súper planos y crujientes Puerco a la parrilla muy bueno Pollo a la plancha muy bueno