Quizá fue un tema puntual, pero tenía tanta ilusión de ir y escribir una reseña buena a un local de comida mexicana, que ahora debo ser específica de por qué las calificaciones tan bajo a lo que esperaba darles.
Comida: ordenamos un guacamole de entrada, le faltaba sazonarlo, un poco de cilantro y un toque de jugo de limón verde le habrían hecho justicia, realmente no cumplió con mis expectativas. La relación tamaño-de-porción/precio mala. Luego los tacos de cochinita, con bastante aceite y llenos de grasa. Me dirán que la cochinita "es así" por el tema del achiote, pero seamos honestos, no debe de nadar en aceite sino en la salsa que se convierte el achiote al hornear la carne. AL final nos cayeron bastante pesados para digerir. Los tacos de carnitas y calamar buenos.
Servicio: desde que entramos a la parte cerrada con AC, nos preguntan cuántos somos, decimos que dos, el lugar estaba vacío excepto por una mesa de 8 personas, y buscamos un sitio para 4 donde se alejaba del pegue directo de AC y del grupo de 8. El mesero nos dice tajantemente que ahí no porque somos dos, y que de todas formas no nos va a pegar el aire en el otro sitio... vamos ni un "por favor", pero hicimos caso, íbamos a pasarla bien. Ordenamos y digo dos ordenes de tal y una de tal. Viene una orden de dos tacos de un sabor y uno de otro, le comentamos y el mesero, igual poco amablemente nos dice que nosotros no dijimos eso, básicamente "es tu culpa" y que bueno si quieremos nos trae más; hicimos caso, pedimos, íbamos a pasarla bien. Terminados los primeros tacos se acerca una mesera y nos insiste si se puede llevar las salsas, le decimos que no, al poco rato vuelve a preguntar lo mismo, le decimos que no... llegan los tacos traidos por la misma chica y no era lo que pedimos, nos ve como diciendo "pues se los comen", hasta que llegó el único mesero amable y se disculpa diciendo que la chica estaba en entrenamiento. La verdad no me sentí para nada bienvenida al lugar, es decir, no la estábamos pasando bien.
Ambiente: caray, aquí tal vez no es culpa al 100% del restaurante pero nuestra mesa asignada, que no elegimos como ya expliqué, estaba al lado de la mesa de 8, que no hablaban sino gritaban para comunicarse. Nos hizo imposible el platicar y estar tranquilos al comer. La decoración y el mobiliario son de excelente gusto, pero la verdad no veíamos la hora de pagar e irnos.
Me convenceré de repetir pero en la sucursal del Casco Viejo, a ver si tengo mejor suerte con el servicio primero, y luego la comida.
