Siete Mares

El Siete Mares siempre ha sido uno de nuestros restaurantes preferidos, sobretodo para eventos familiares, aunque por la pandemia habíamos estado alejados. En esta ocasión celebramos un cumpleaños atrasado y un aniversario de bodas! De entradas pedimos unas arañitas y unas croquetas de bacalao. De platos fuertes ordenamos salmón a la plancha, spaghetti con langostinos al óleo, chow mein de langostinos y una cazuela de mariscos. Los postres escogidos fueron pecan pie con helado y un tres leches. Nos convidaron de cortesía un flancito de la casa por el aniversario de bodas. Fue grato el retorno.

Atención de primera, reservamos en un salón aparte para el festejo de un cumpleaños y nos fue muy bien! Las entradas fueron arañitas, bolitas de pescado y pulpo y de plato fuerte el arroz con mariscos , todo estuvo espectacular! El ambiente sí es un poco anticuado, pero creo que la esencia del restaurante se perdería si le hicieran cambios.

El restaurante es muy bonito, tienen un pianista que ameniza el ambiente. Recomiendo la paella y los platos con mariscos, son deliciosos. El servicio es muy bueno, siempre están pendientes por si alguien en la mesa necesita de algo. Tienen salones que se pueden reservar, ideal para celebraciones grandes.

El servicio estuvo muy bueno hasta un momento en que los saloneros se desaparecieron y demoraban con bebidas, postres e inclusive cobrando la cuenta. Me parece que ya terminando el almuerzo, iban perdiendo energías y costaba conseguirlos. De entrada comimos el pulpo y las arañitas, ambos estaban buenos pero no excelentes. Mi risotto negro con langosta no me gustó mucho; no le sentía sabor y no me encantó que tuviese demasiados calamares pequeños ya que no hacía buena mezcla con el arroz arborizo. Otros comensales pidieron la fideuá, la cual dijeron que estaba buena pero que habían probado mejores. Mi pareja pidió los hongos al ajillo que estaban muy ricos y de postre un apple pie que gustó mucho. Mi postre fue un flan que no sabía a nada, que no quise seguir comiendo. En general, estuvo bien todo pero me esperaba algo más.

Tenía tiempo sin comer en Siete Mares y decidí probarlo para cenar. El restaurante estaba vacío y aún así los meseros estaban demorados desde trayendo el menú hasta tomar los pedidos o ver que estuviéramos bien atendidos. En esta ocasión, el servicio fue muy regular para una noche tan tranquila. En cuanto a la comida, solamente pedí plato fuerte el cual era uno de los especiales, crocante de pescado relleno de langostinos y salsa jerez acompañados de puré. El plato estuvo muy rico, muy bien cocinado el pescado y se sentá el relleno con una excelente combinación de la salsa y los langostinos. El plato me gustó mucho, buena porción y gran sabor. Este sitio me gusta aunque no lo frecuento mucho, salvo la mala experiencia de que se demoraron mucho en atendernos, fue una buena velada.