Saril Kitchen And Lounge

Ubicado en el Lobby del Hotel Le Meridien, este restaurante a cargo de su Chef Ejecutivo, Víctor González, nos ofrece una cocina Neo Latina inspirada en sus raíces y vivencias interioranas. Rodeado de un ambiente sobrio y minimalista, con un servicio de primera, lo hace ideal para cualquier tipo de ocasión, ya sea de negocios, casual o romántico. Fuimos en grupo y comenzamos nuestra aventura gastronómica con un cocktail llamado Azuero, donde predominaban los sabores cítricos y raspadura. De primer tiempo, unas croquetas de chorizo tableño, crujientes por fuera y cremosas por dentro. El segundo tiempo, un delicado tartar de salmón sobre finas lonjas de mango, perfecto balance de sabor y de texturas con el ácido del mango verde y el crujiente de otoe. El tercer tiempo, la carne en palito me transportó el paladar a los portones de la feria de Azuero, espectacular. El cuarto tiempo, un pargo rojo a la plancha coronado con pico de gallo, servido con un cremoso de coco y limón, sugirió la influencia afroantillana y transportó mi paladar a las costas caribeñas del país. El quinto tiempo, los voladores de Las Tablas, un pork belly marinado y cocido a la perfección, coronado con dos mini tortillas de maíz ahumado, sobre una explosión de salsas de raspadura, saril y cremosos de plátano y remolacha, simplemente delicioso. El sexto tiempo, una corvina reflejo de las riqueza de nuestros mares, servido sobre un espejo de bisque de mariscos, y coronado con una ensaladilla criolla. Cerramos con broche de oro con un cremoso de queso en salsa de frutos rojos de las tierras altas de Chiriquí y coronado con crumble de galleta María. Más que una cena deliciosa, quedamos encantados con la experiencia. Definitivamente, el pork belly fue la epítome de la verdadera cocina neolatina que nos ofrece el Restaurante Saril, resaltando en todo su esplendor nuestras raices panameñas. Cuentan con una barra completa y selección completa de vinos. Recomiendo los vinos de Terrazas de Los Andes que hicieron perfecto maridaje con la nuestra experiencia gastronómica. Altamente recomendado.

Ubicado en el lobby del hotel Le Meridien, este restaurante nos ofrece una cocina panameña de autor. El ambiente con decoración moderna y oscura. El servicio muy bueno. Fuimos a cenar y ordenamos un Tiradito de Dorado, muy fresco. Luego unos Pork Belly Buns en glaze de tamarindo, muy ricos, seguidos de unos Mini Rolls de Camarones con alioli de ají chombo, cilantro y chalotes fritos, y Pastelitos APC. De plato fuerte un Filete de Res al estilo panameño y para repellar un tamal de arroz verde con cerveza. Todo muy rico. Volveremos a probar otros platos.

Es algo relajante con el sabor justo en el centro de la ciudad. Los platos son bien preparados y saludables. Mientras muy deliciosos. Vale la pena volver.

Este es un restaurante que brinda buena atención y un servicio personalizado. Me gustó mucho la causa de platano maduro y el arroz socorrat. Recomiendo probar la limonada de saril.

Fuimos a cenar por dia de las madres, un buffet no tan variado, pero la comida estaba buenas, con mesclas de sabores, me gusto el tamal de olla y los postres variados