Salón Cantón (San Francisco)

El menú tiene platos básicos de la comida oriental que los puedes encontrar hasta en Don Lee. Hay varias opciones que tienen la misma salsa, los mismos vegetales y cambias de opción entre carne, pollo y pescado. Pedimos un pescadi con salsa de frijoles negros con pimenton y cebolla en trozos y fideos Singapur, y crema de maiz. Las porciones me parecen muy pequeñas para el costo, excepto por la sopa, es una buena porcion por 4.00. En promedio 15.00 por plato. También me sorprendió q cobraran el te de la casa, que en otros restaurantes similares, es cortesia de la casa, aqui cuesta 6.00 la jarra. La atención fue rapida, pero no de mucha ayuda, ya que casi me dejan pedir un sampler platter de 62.00 para 2 personas....este plato mínimo debe ser para 4 o 6 personas.

Muy buena comida china cantonesa. Pedimos arroz frito con cerdo, tallarines con jengibre y cebollin, costillitas de cerdo asado, pollo con ajonjoli, lumpias y wonton frito relleno. El pan es rico. Agradable para ir en familia.

Muy buena comida china. Pedimos costillitas, lumpias, vegetales buda, pollo con ajonjoli, wonton frito y tallarines. Todo muy rico. Me pareció exagerado el precio de cada limonada en $5. Excelente atención

Es un lugar que ofrece un menú ejecutivo de porciones generosas, el cual no es muy variado, pero en general está bien. No obstante, las salsas con que se rebosan las proteínas me parecen muy pesadas y se vuelven un poco pegajosas a los pocos minutos. Es por ello, que recomiendo un té para finalizar.

Definitivamente algo distinto a los sabores y platos de la cómica china que conocemos. Les sugiero pedir el plato de degustación el cual consta de Calamares en salsa de frijoles negro, pollo a la miel y ajonjolí, costillitas de puerco bien crujientes, carne con vegetales y langostino en salsa blanca. Nada más con ese plato van a quedar encantados con sus sabores. Lo acompañan con cualquiera de los arroces que tiene disponibles. Les va a encantar. El ambiente es muy bonito y limpio; la atención fue muy buena, todos estaban siempre pendientes de la mesa.