Esta es mi segunda ocasión en este restaurante y, en mi primera visita, me quedé con una muy buena impresión de la comida. Es por ello que esta vez quería regresar con mi novia y aprovechar el descuento de Degusta. El local es amplio y las mesas muy bien decoradas, elegantes. La terraza te invita a sentarte afuera y lo hubiéramos hecho pero había llovido y las sillas estaban húmedas.
A penas te sientas, te regalan plátanos fritos con salsa huancaína, muy sabrosa, y te sirven agua. El servicio es bueno, no es espectacular pero es bueno y varía de salonero a salonero. El primer joven que nos atendió fue amable pero como que no actuaba natural. Más tarde nos sirvió un segundo joven y en él sí se apreciaba la vocación de servicio y la amabilidad.
De entrada pedimos la Causa Puntarenas que estaba también muy buena, aunque he comido mejores. Como platos fuertes, mi novia pidió el Pescado a la Parrilla. Probé un poco y tenía muy buen sabor. Yo pedí Tacu Tacu Norteño. Soy un fan del tacu tacu y lo he probado varias veces en varios restaurantes peruanos de la ciudad. Este tenía la particularidad que estaba mezclado con cilantro. Mejor aún pues también me gusta el cilantro. Pero, cuando llegó el plato, muy bien servido en una plancha hirviendo, y probé el tacu tacu estaba pasado, pero muy pasado de sal. No lo regresé porque tenía mucha hambre y con varios vasos de agua logré “pasarlo”. Es una lástima porque sinceramente creo que fue un desliz de la cocina pero en esta ocasión basaré mi puntuación de comida en esta experiencia y no por la vez anterior que vine a comer acá.
El Tacu Tacu Norteño venía acompañado de camarones en una salsa algo picosa con sabor a limón de color naranja. La salsa estaba bien, nada fuera de este mundo. Pensé que con esta salsa podría neutralizar lo salado del tacu tacu pero la salsa también estaba salada, no tanto como el tacu tacu pero definitivamente no iba a lograr mi objetivo con ella. Para finalizar, pedimos unos Picarones de postre. Casi nunca pido postres pero como este era un postre típico en Perú, me aventuré a ordenarlo. Son unas roscas fritas de una masa cuyos ingredientes principales son zapallo y camote acompañadas de miel con canela y clave de olor. Me los esperaba mejor pero no estaban mal tampoco.
Creo que no regresaré. Si bien considero que lo salado del tacu tacu fue un error aislado, hay restaurantes peruanos con igual o mejor sabor al mismo o menor precio. Y lo digo más por el factor sabor que por el económico. No me importa pagar más siempre y cuando el sabor sea excelente. Resumo todo diciendo que el mejor plato de la noche fue la Causa Puntarenas.
