Meze

todo es espectacular, la decoración, la comida, la atención del personal, la rapidez de entrega de los platos. Sinceramente no hay nada que reprochar, recomendaría con los ojos cerrados ir.

ayer fuimos a celebrar día del padre en familia. fue nuestra tercera visita a este lugar. me encanta la mousakka. no la había pedido por que me parecía un plato costoso(27). ayer me provocó pedirla y me llevé una gran decepción. la berenjena fue casi totalmente reemplazada por papás. solo se veía unos bordes de berenjena de vez en cuando. la devolví el resto de los platos estuvo bien

Lugar Bohemio y romántico en el medio de la Ciudad. Seguna vez que lo visito. Ambiente muy agradable, cuenta con terraza techada y árra cerrada reservada. Buena atención, ayudan con la sugerencia. Para mi gusto, las guarniciones son pocas. La comida estuvo caliente, buen sabor pero nada extraordinario. Buena área de estacionamientos.

buenos precios, buen ambiente para almorzar. pedimos siempre para compartir un queso halloumi. buena carta de vinos griegos. 10 de 10.

Iniciamos la velada con unas mimosas de la casa. Un toque de refrescante de fresa y espumante rosé. Probamos unas spanakopitas crujientes por fuera, con un relleno de espinaca y feta que prácticamente se derretía en la boca. Probamos una trilogía (tzatziki, melitzanosalata y tirokafteli) con pan de masa madre. Cada bocado de cada salsa, era una invitación a explorar más. De plato fuerte, mi acompañante y yo compartimos un Kebap Sjaras con unas papas cuyo nombre se me ha escapado. Ambas cosas, deliciosas. El cordero se sentía fresco y con la sazón justa para no opacar la carne al mismo tiempo que las especias dejaban su estela en el paladar. De postre, una Chocolatina muy rica para los amantes del chocolate. Y como siempre, el ambiente es amigable, el servicio eficiente, el lugar hermoso. Recomiendo este restaurante por todo lo anterior y porque, si deseas encontrar un "oasis" mediterráneo, de buen gusto en todos los sentidos, este es el lugar.