Este restaurante mantiene su calidad aunque a veces afloja en el servicio. En esta ocasión satisfizo nuestras expectativas con creces. Pedimos sake caliente y cerveza gringa. De entrada las gyosas a la plancha y el pulpo al óleo, que estaba fresquísimo y muy bien presentado. El tiempo de espera también fue magnífico. De plato fuerte pedí un salmón tepanyaki que estuvo delicioso, con un arroz japonés al punto, y mi compañero de almuerzo un plato con langostinos que combinó y quedó muy satisfecho. Matsuei sigue siendo el mejor o de los mejores restaurantes japoneses de la ciudad.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Matusei sigue siendo el mejor y más auténtico restaurante japonés de Panamá, pero sus meseros deslucen por la mala atención que prestan. Recuerdo los tiempos en que las meseras usaban kimonos y la atención era de geishas. Ahora hay una señora que nos hizo sentir como que nos hacía un favor atendiéndonos, con la cara amarrada y malas maneras. Pedimos sake y vino después de las entradas. La comida sigue siendo inigualable pero deben cuidar la atención porque un sábado en la noche, con mucha gente comiendo allí, esa displicencia puede ahuyentar la clientela. Por lo demás, colocar un televisor en medio de un comedor de esa categoría está como fuera de lugar y el aire acondicionado está muy frío. Insisto, mejoren la atención y pongan servilletas de tela. Pedimos un sampler, pulpo al olivo, sashimi moriawase, miso soup, corvina y las inigualables gyosas.
Siempre es agradable comer en este restaurante, auténticamente japonés en el centro de Panamá. Como siempre, pido el sirachi sushi, que es el sashimi arriba y abajo el arroz estilo japonés, que no debe mezclarse con nada, mucho menos con salsa de soya. Pedimos edamame y pulpo al olivo de entrada para compartir. Los meseros deben coordinarse mejor, porque llegaron primero las entradas que el sake caliente y debería ser al revés. Pero no hay queja de la calidad de la comida.
Como siempre, este restaurante no defrauda. La calidad de la comida se mantiene muy alta. Lo malo es que ahora han contratado a unos colombianos y venezolanos como meseros que están bastante perdidos y des coordinados. Estaba acostumbrada a las simpáticas señoras que vestían los kimonos. Aún así, es el mejor restaurante japonés, sin duda alguna.
Todo todo estuvo riquísimo, solo pedimos suchi y la entrada de berenjena, y wao, deli! La atención tiene mucho que mejorar, cuando nos sentamos, nadie nos atendió por un buen par de minutos, al igual que cuando queríamos pedir algo más, el mesero que nos atendió lo hizo de mala gana.
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