Mariela S.
Degustador
Miembro Foodie
Me gusta la buena comida y el vino blanco
Más información sobre mi
http://www.marielasagel.com
4333
Puntos
287
Ranking mes
999+
Ranking Total
Sobre mí
Miembro desde:
Julio de 2014
Twitter:
@marielasagel
Restaurante favorito:
La casa del marisco
Tipo de comida favorita:
Pescados y mariscos
Para acompañar mi comida no debe faltar:
Vino y champaña
El mejor plato que he comido:
Mero acompañado de alcaparras y pimientos morrones
Mejor descubrimiento reciente:
Atún sellado con quinoa y queso feta
Postre favorito:
Mouse de chocolate
Cerveza favorita:
Ninguna
Vino favorito:
Sauvignon Blanc
Día preferido para salir:
Todos
Programa de cocina favorito:
Top chef
Posición 351 del ranking de calificadores de Panamá.
184 comentarios en Panamá
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Churreria Manolo (Obarrio)
Fuimos solamente a tomar chocolate con churros y un emparedado. Eramos 5, tres adultos y dos niños. La mesera que nos atendió fue sumamente lenta y displicente. Se tardaron horas en traernos los chocolates con churros y tuvimos que pedir varias veces que nos sirvieran agua. No estaba lleno, pero la atención dejó mucho que desear. Deberían esmerarse en atender mejor
Espeziak
Volví a este restaurante, que se ha convertido en uno de mis favoritos y siempre me sorprende. Nos decantamos por una botella de vino de la cepa Verdejo. Pedimos dos entradas, unas croquetas de parmesano y los deliciosos torreznos. De plato fuerte, robalo como pesca del día, a la plancha y yo pedí el pulpo, que estuvo en su punto. Compartimos unas patatas salteadas y el postre de chocolate que es como para comérselo arrodillada. Una apuesta que nunca defrauda y siempre con la magnífica atención de sus saloneros y el chef, que se acerca a saludar a los comensales.
Brutto
Fuimos a tomar unos cocteles y picar, al final de la tarde. Eramos tres y la reunión fue con motivo de las fiestas de fin de año. Pedimos Aperol Sprtitz y Pro Seco de beber, y tres platos para compartir: las coliflor rebozadas, que estuvieron deliciosas, los barquitos de camarones y los tacos de cochinita. Todo estuvo muy rico y la atención inmejorable. El ambiente un poco frío, y la música un poco alta, pero soportable.
Lucca Trattoria (El Cangrejo)
Fuimos el domingo a mediodía y estaba repleto, sobre todo de familias con niños, lo que le daba un ambiente festivo y ruidoso. El restaurante es amplio, los meseros un poco despistados. Pedimos una mozarella empanizada que estuvo muy bien, y un carpacio de pulpo que estuvo de rechupete, para compartir entre 3. Uno de los comensales pidió el risotto con mariscos, otra los gnochis y yo, por supuesto, el linguine a la vongole, que estaba delicioso, aunque con pocas almejas. La salsa en su punto. De beber, limonadas de coco y yerba buena y yo pedí proseco por copa. Tuve que insistir que me trajeran hielo, como que cuando uno les pedía ellos estaban con la cabeza en otro lado. La comida llegó a tiempo pero los postres demoraron mucho en llegar, pedimos tiramisú (delicioso) y panacota de frutas. Deben ponerse las pilas los meseros porque el que atendió la orden tardó mucho en entender que uno de los comensales era alérgico al gluten y pedía que el gratinado de los gnochis no tuviera migas de pan. Es un restaurante que volvería a visitar pero tienen que subsanar esa atención del servicio. El acceso y valet parking muy bien organizados.
Espeziak
Vuelvo y vuelvo otra vez a este restaurante porque es excelente. En esta ocasión nos decantamos por el pescado del día, berrugate, que es firme y blanco, sobre una mantequilla frita y alcaparras, que estuvo delicioso, que pedí con un arroz con almendras muy bueno. Antes, el chef nos sugirió compartir una ensalada que se llama recuerdos de Tailandia, que es un pollo molido y aderezado con maní, en hojas de lechuga, que también estuvo delicioso. No perdoné una ración de torreznos, que como siempre, estaban deliciosos, en su punto. Yo pedí Pro Seco y de postre, compartimos uno de chocolate, que tenía helado de chocolate y chocolate molido encima, le sugerimos al chef que estaba muy rico, pero que debía mejorar la presentación. Definitivamente que es uno de los mejores restaurantes de Panamá, la atención es muy diligente y respetuosa.
Market
Fuimos a cenar ligero a este agradable restaurante, que tiene un diseño industrial muy atractivo. Teníamos una mesa reservada y nos atendieron con prontitud. Se nota que está siempre concurrido. Pedimos un dip de alcachofas y espinacas que vino con un queso derretido arriba y tostitos para untar, que estuvo delicioso y lo compartimos entre los tres. Una de mis amigos pidio el Poke, su marido unos rolls de shushi y yo los camarones fritos, porque la idea era de tapear. Todo estuvo muy bien, pedimos ellos un vino rosé y yo Proseco, que estuvo bien. De postre compartimos una crema catalana que estuvo muy sabrosa y abundante. Los meseros deben ser más cuidadosos en cómo se dirigen a los clientes, porque olvidan el respeto y los tratan de tú y con una confianza que no es apropiada.
Mika (Clayton)
Tenía más de cinco años de no ir a este restaurante, el de Clayton, que fue el original. Mantiene su diseño industrial, que es agradable, y la oferta gastronómica es casi la misma, pero satisfache. Pedimos , mi compañero una cerveza y yo una copa de vino blanco, con una porción de chicharrones para compartir, que vinieron crujientes y muy en su punto. Mi amigo pidió un tacos y yo una pechuga rostizada, que vino con patacones y ensalada cole slaw. El punto del pollo muy bueno. La atención es buena, pero la mesera debe ser más respetuosa, pues no se trata a las personas de "mi amor" o "cariño". Se debe referir a los clientes con el debido respeto. Por lo demás, los baños pulcros y a pesar del ambiente industrial, no era ruidoso ni había música estridente. Fuimos a almorzar por lo que no sé si en la noche se pone alegre. Muy recomendable por la oferta gastronómica y por el precio.
Arrogante
Fuimos cinco personas a este restaurante, al que no se puede reservar por medio de esta plataforma. La casa ha sido habilitada de manera muy moderna y tomando en cuenta todos los elementos para que las personas en silla de ruedas o con algún impedimento motor puedan acceder, lo que nos llamó la atención. Me molestó que solamente había una entrada en la puerta cochera, como si quisieran forzarlo a uno a usar el valet parking, por lo que me quejé y el amplio estacionamiento pudimos usarlo, bajo la instrucción de que nos estacionaramos con el frente hacia afuera. La salida estaba bloqueada por un cono, otro incordio. El menú es muy interesante aunque para mi decepción, no había pasta a la vongole. El maitre mencionó que habían almejas de entrada, pero no estaban en el menú. Pedimos algunos platos tradicionales, como spaguetti carbonara, fusili al pomodoro, risotto de mariscos y pizza, que es uno de los platos bandera pues está hecha con masa madre y de verdad es muy rica y es suficiente para dos personas. En mi caso, pedí una pasta estilo pene gruesa, con salsa de hongos y trufas que estuvo deliciosa. Algunas tomamos vino, proseco y vermut. La atención, por más que se esmeren, es un poco caótica, no sé si por el volumen de personas que estaban atendiendo (domingo al mediodía) y otro detalle que nos molestó es que nos sentaron al lado de la cocina, y no tienen una buena extracción, por lo que sentíamos el fogaje todo el tiempo. Pagar también fue una hazaña heróica, porque se demoraron mucho. Los postres muy buenos, un tiramisú, un helado con pistacho y chocolate y otro más que no me acuerdo. Tienen una terraza con una piscina muy agradable, parece que en la noche se pone muy alegre y está bien iluminada. Si solventan esos detalles que hacen un poco incómodo la visita, es uno de los mejores restaurantes que recientemente he visitado, pues es luminoso y muy bien situado. Yo conocía la residencia de antes y reconozco que le han dado un giro muy interesante, respetando la forma en que fue diseñada
Paladar (Multiplaza)
Muchos años de no visitar este emblemático restaurante, a la entrada del Centro Comercial Multiplaza. Fuimos a almorzar y pedimos una botella de vino Verdejo, que vino a la temperatura correcta. Ambos comimos los linguini a la vongole, muy bien cocinados y compartimos un plato de vegetales al grill. Definitivamente que no ha perdido calidad ni incrementado sus precios.
Espeziak
Fue una gratísima experiencia almorzar en este restaurante, cuyo diseño conserva la dinámica de su antecesor. Nos atendió un muy gentil mesero llamado Jorge, y atendió hasta nuestra petición de subir la temperatura del ambiente, porque estaba muy frío, hasta bajar el volumen de la música. Nos reunimos tres amigas y pedimos varios platos para compartir, con un pan delicioso, Aperol Spritz y Cava para tomar. Empezamos con el dip de Straciatella, que es un dip de queso, delicioso, seguimos con los torreznos, que son los mejores que he comido (rociados con limón), las almejas que están de película y el pulpo a la feira. Una de las comensales pidió un meloso de orzo con hongos, para compartir y la otra una sopa de lentejas. De postre, nos decantamos por la copa de coco y frutos rojos, que estuvo delicioso. Al final se acercó a la mesa el chef/dueño y le comentamos lo satisfechas que estábamos tanto de la comida de la anteción que nos dispensaron. Muy recomendable y tiene salones privados para grupos.