Marzola

Sitio es lindo y la comida esquisita, pero servicio pésimo. Primero no nos querían sentar a 6 personas aún y cuando tenian mesas sin reservar. Diciendo que están llenos y que no atenderán y no sabrán cuando atienden. Luego de sentarnos tienes que llamar a alguien a traerte el menu, y ni platos te traen cuando el aperitivo. No están pendientes. Si te gusta ser ignorando es bueno.

El restaurante tiene una temática muy colorida, de entrada pedimos una molleja y chorizo, el tamaño no es muy grande pero tiene muy buen sabor, de plato fuerte pedí un asado de tira sin hueso con papas fritas, realmente muy buen sabor, el vacío estaba suave y en su punto, muy buen restaurante Argentino

Un lugar súper acogedor divertido, deberás que puedes ver argentina en un solo lugar de lo lindo que lo tienen decorado la música de antaño todo perfecto, he escuchado hablar que la atención es mala pero fui yo misma personalmente a corroborar eso y créame todos los meseros son un amor, nos atendieron a mi y mis dos amigos que por cierto son argentinos de muy buena manera, sin contar que al llegar nos recibió un sr. Supongo el encargado del lugar o dueño no se la verdad muy amablemente y muy enérgico al darnos las bienvenida, y pues les hablo ahora de la comida pues lo que prove me encanto la primera vez solo comí poco ya que mis amigos quería conocer pero son vegetarianos, pero por suerte tienen una parrillada de vegetales súper deliciosa y se pudo comer algo yo pedí unos chorizos porque yo si que no soy vegetariana jajaja! Estaban súper deliciosos y segunda vez como un corte de carne que les cuento que no les puedo contar porque tienen que ir de seguro la pasarán excelente :)

Desde su música tenue y de fondo, hasta su decoración con tanto detalle argentino, hacen de tu experiencia algo más que ir a comer. Las entradas muy apropiadas en cantidad para compartir. La provoleta deliciosa y chorizo argentino riquísimo. A pesar de que el lugar es abierto y sin aire acondicionado, es bastante acogedor. De plato fuerte, la entraña es indudablemente una muy buena elección, HABEMUS papas fritas o asada cómo acompañamiento.

Cuando llegamos nos atendió Gustavo que nos recibió con una gran sonrisa y bienvenida. Me pareció un gran detalle el menú en las botellas y el lugar me embebió de objetos interesante sin duda un lugar para pasarla en buena compañía. Como se los dije me encanto el ambiente, las mesas eran bases de máquinas de cocer, todo pensado al mínimo detalle, los teléfonos tienen que ir! El servicio puedo decir que Gina nos atendió excelente, nos mantuvo atendidos e informados de la comida! La comida exquisita les recomiendo la Provoleta de entrada, probamos el vacío muy buen sabor y el tomate asado que rica combinación de sabores. Definitivamente voy a regresar; nos hicieron sentir atendidos como de la casa!