María Bombón

Meh! Nada malo, pero tampoco nada extraordinario que valga la pena notar. Pedimos el arroz con pato y el pollo con orzo cremoso. Ambos platos estaban OK. Nada que me haga perder el sueño por volver. El precio un poco elevado para nada extraordinario.

El ambiente agradable y servicio muy bueno. La comida de buena calidad, pero pedimos un arroz con pato que estaba dulce al extremo. Eso nos ha frustrado la experiencia, porque fue el último plato servido. No hubo una sincronización en el orden de los platos. Los cócteles muy bonitos, pero con pocas opciones de marcas de ginebra. No sé si vamos a regresar.

Una hermosura de restaurante, la decoración es preciosa y la comida exquisita, tienen dj que pone una agradable música durante toda la noche, la atención de los chicos es implacable. muy recomendado.

El lugar es una belleza, el ambiente increíble. Eso es lo mejor del lugar! Los tragos ricos. Pero la comida honestamente no me gustó. Pedí el arroz con pato y lo sentí extremadamente dulce a la cuarta cucharada ya estaba completamente empalagada. No volvería a comer, pero volvería a tomarme un trago, y pasarla rico con amistades!

Muy bonito, buena atención y muy buen ambiente, entradas tentadoras y ricas, el pulpo con unas alcachofas péqueñas delicioso, las croquetas de queso azul crujientes por fuera y cremosas, las gyozas con una salsa con un toque algo dulce muy buenas, y luego comimos sushi de pato algo más pequeño de lo usual pero muy bueno y cerramos con broche de oro con un 4 leches que lo terminaban de preparar en la mesa vertiéndole una lluvia de dulce de leche wao, con toda seguridad volveremos