Maito

la verdad que visitar Maito es una experiencia culinaria y todo estuvo increíble desde sus entradas hasta el postre, un lugar para pasar un excelente rato y vivir una experiencia culinaria

Esta es la segunda vez que voy a Maito. La primera ez me pareció espectacular, el mejor resto de Panamá, pero esta vez no estuvo a la altura. Será, que fui con altas expectativas luego de la última vez... Pero faltó algo. Los platos no eran al nivel de lo que uno espera, considerando que estaba entre los mejores restos de latinoamerica. Empezamos con una ensalada de palmito que estaba muy bien. Luego el pulpo, no fue de lo esperado y unos taquitos de cochinillo que estaban bien. A mi hijo le pedimos unas deditos de corvina con papas, y resulta que las papas fritas eran papas fritas pre congeladas, por lo que nos pareció que no debería servir estoy en un resto a este nivel. Creíamos que era así, porque era un plato para niños... Pero pedimos el Mongolian beef, que vino unas papas similares... La carne estaba muy rico, y bien tierno. También ordenamos un salmón con cus, cus, que no me pareció nada del otro mundo. De postre dulce sorpresa, que resulta que la sorpresa es que te rompen el hojaldre sobre el plato, divertido pero un poco desprolijo la forma de hacerlo. En conclusión, muchas expectativas, y quizás no elegimos los plato debidamente. Tampoco la atención, fue de lo mejor. Nos retiramos del recinto y nadie nos saludó. Son detalles, pero un restaurante a este nivel, uno espera algo mejor.

Es uno de los lugares más tradicionales de la Panamá actual, una buena selección de platos y de vinos de las mejores cavas.

Restaurante recomendadísimo. La comida es excelente, buen ambiente, lugar muy agradable y muy buen servicio. No me canso de ir.

Estuve con un grupo de 7. Algunos dijeron que su plato fue excelente. Otros dijeron que meramente bien. El chow mein de pato me gustó. El pargo rojo con coco no tanto. Los calamares con rissotto negro muy bueno. El salmón con miel muy rico. Repito: opiniones mixtas entre todos. Algo que no me gustó: Hay un letrero de no fumar pero un comensal estaba fumando y nuestro pedido de cambiar nuestra posición para evitar a la fumadora no fue recibido con agrado ni prontitud.