Maito

Hemos ido varias veces, y nos complace la consistencia del lugar. De entrada, nada como el carpaccio de entraña. El mejor de Panamá. De plato fuerte, los calamares rellenos de arroz negro son insuperables, y buena relación costo - calidad. Mi esposo siempre pide el risotto de langostinos y no lo cambia por nada. El servicio... nos ha tocado de todo. Comenzó muy bueno, pero la última vez -éramos un grupo como de 14 personas- dejó bastante que desear, pero vamos a atribuirlo a que fue una sola vez. El chef es uno de los prodigios de la cocina, de seguro. Recomiendo Maito con los ojos cerrados...

Un restaurante muy elegante, la comida es estilo Gourmet, poca cantidad, pero muy muy sabrosa. Si quieres una cena tipo romántica o en familia es el lugar indicado. La atención muy buena.

El risoto de calamares en su tinta es esquisito. Uno de los mejores restaurantes de Panama. Solo que puede ser un poco costoso pero vale la pena

Esta fue mi primera experiencia culinaria en panamá, evidentemente recurri a la recomendación de una revista local donde fue galardonado como el mejor de panamá en su estilo. Aunque la terraza bastante calurosa y poco agraciada estéticamente, dio para dejarme llevar para escoger la degustacion recomendada por el restaurante, no puedo negar que fue una experiencia increíble para todos mis sentidos, una delicia totalmente que acompañe con una buena botella de champagne y la mejor compañia, la de mi esposa. Recomiendo este restaurante con los ojos cerrados, les ira muy bien.

Empezemos por lo malo: si el lugar está muy lleno, se oye bastante eco. El servicio fue un regularsón, pero digamos que fue porque habían bastantes mesa. Las entradas estuvieron excelentes, por segurencia de mis hermanos pedimos el 'hash' de patacones con langostinos al grill, buenísimo, y las almejas que estuvieron deliciosas. De plato fuerte pedí los ravioli de hongos con salsa de manchego, de verdad que superó mis expectativas. En la mesa se pidió el rissoto de portobelos con espárragos, muy rico; el salmón al horno con polenta de portobelos, muy atinada la combinación; la corvina gratinada con camarones y un puré crocante, le faltó sabor y el puré estaba un poquito grasoso; el filete de res congrí se partía solito y el arroz la botó; y finalmente pero no menos importante la pasta a la carbonara, me encantó que lo trajeran con el huevo crudo encima, da el feeling de que es fresco. De postre mi hermano pidió un tres leches, no lo probé porque no soy fanática pero el no podía ni hablar de lo rico que estaba. Bonus points porque el mesero me consiguió una velita para cantarle cumpleaños. Yo compartí con mi mamá el tiramisú con manjar y helado de amaretto, pequeño, pero suficiente ya que es bastante dulce sin caer en lo empalagoso. Con la cuenta nos regalaron a cada uno un paquetito de galletas de chocolate chips, muy buenas por cierto, con una tarjetita del restaurante. Deifinitivamente llamaré para regresar.