Maito

El chow mein de pato es una delicia…pedimos seren de langostinos y arroz negro…los postres buenísimos: uno de fresa, tres leches y otro de chocolate con helado de pepita de marañon…

Fui a Maito con altas expectativas y casi todas las cumplieron. Mi entraña estuvo buena pero nada del otro mundo. El premio se lo llevaron las entradas, de verdad espectaculares, en especial el ceviche de maracuya y la cochinita pibil. Muy buen servicio y ambiente agradable. Hacen honor a su reputación!

Este review no abarca el menú degustación. Primero que todo quiero aclarar que esta es mi primera experiencia en Maito, pero no mi primera experiencia con una forma diferente de ver la cocina panameña. Quiero admitir que el servicio fue increíble, con todo y que sentí un poco de tensión y deber a la hora de consultar sobre algunos platos, que no teníamos idea de que eran. El ambiente fue igual de agradable, la terraza mantienen un ambiente de invernadero industrial que da un toque interesante. En cuanto a la comida yo siento que fue impecable en cuanto a ejecución y presentación, los platos eran vividos y apasionados, cada una con su propia identidad. Mi único problema, que no es algo que tenga que ver con la comida en si, es que sentí que después de probar platos tan deliciosos y con una perspectiva única, es que no sentí la pasión por expandir los sabores originales de los que se inspira esta cocina. Siento que la cocina panameña es muy versátil y tiene mucho potencial para expandirse a muchas ramificaciones, pero también siento que es muy fácil perder la esencia de que hace a nuestra comida tan especial. En general igual estoy muy feliz con la experiencia y me llena de orgullo saber que está experiencia gastronómica salga de la comida Panameña.

El ambiente es excelente para pasar una velada entre amigos, la comida deliciosa aconsejo probar el atún.

Me defraudo un poco la comida, otras veces el.cochinillo tenia el.cuero crocante y las ensaladas sin gracia ni hojas frescas. Pero el postre fue espectacular y valio la pena !