Maito

La comida es muy rica, el lugar súper bonito, pero la atención no es la mejor, es complicado conseguir mesa y cuando llegas la comida demora muchísimo en salir. Solo para que nos tomaran el pedido fueron 20 minutos ni agua nos habían traído, por lo demás la comida es muy muy buena en lo particular me encanta el risotto de allí.

El lugar es hermoso, la entrada es súper diferente y desde ya sientes que estas en otro lugar. El ambiente del mismo restaurante es acogedor y saber que tienen su propio huerto anima a probar aun mas los platos. Es un estilo panameño/gourmet al ver cosas como empanada de sanchoco (recomendada) y ceviche con guandú. La atencion es mas que excelente y se nota que le pusieron mucho empeño en ambiente-atención. Los platos son deliciosos y los mariscos se realzan mucho, servidos de manera simple y elegante. Para probar algo diferente muy bueno, recuerdo que ese día Martinelli estaba cenando en el restaurante haaha.

Me encanto todo!! El servicio es excelente! El mesero se supo explicar bien cada cosa que le preguntaba sobre el menú y además fue muy atento. El ambiente es súper acogedor y la decoración me pareció muy cool. Y por último y no menos importante la comida estuvo exquisita! Quede encantada con todo. Súper recomendado!

Muy buena comida. Muy Gourmet. Buena presentación y sabor. Sabores mixtos en los platos la fusión panameña perfecta hay que regresar pronto

Regresamos al restaurante despues de unos años de ausencia, ya que nos obsequiaron una tarjeta de regalo par probar cualquiera de los locales del Grupo Maito. Vemos con copmplacencia los adelantos que han ocurrido en el lugar y la evolucion de la cocina del Chef Castrellon en integrar los sabores panameños y fusionarlos con sabores asiaticos principalmente. Todo lo que degustamos nos parecio excelente en presentacion y sabores, aunque en algunos platos, las salsas estuvieron como se dice bland, les faltaban un toque mas distintivo, ese que te hace decir WOW! En resumen, fuen una cena super agradable por la que le agradecemos a los que nos hicieron el obsequio que nos hizo regresar a Maito.