Maito

La comida y presentación estan muy interesantes. El sabor esta bien pero algunos platos si no me gustaron, como el gnocchis de maiz que estaba acido y el pulpo me parecio ok. Compartimos la corvina, arroz negro (muy bueno), entradas y postres. Definitivamente recomiendo compartir varios platos mas que todo para degustar. Estuvimos en una area que se sentia semi privada asi que lo recomiendo para grupos grandes. Tambien tienen asientos en la terraza.

Amé este lugar, no por nada está entre los mejores de Latinoamérica. El platillo de langosta, exquisito. Las entradas todas estuvieron deliciosas, el dulce sorpresa no me gustó tanto pero el dulce de tres leches es el mejor que he comido. El servicio y ambiente, muy buenos. Como dato: Si es la primera vez que vas, ten en cuenta que el agua que te sirven es embotellada, y ya sea sin gas o con gas, cada botella va a tu cuenta.

Volví a visitar Maito después de un tiempo y la verdad es que no es lo mismo, todo ha desmejorado. El único punto positivo que puedo rescatar es la terraza que es un sitio agradable para comer. Pedimos el menú de desgutación y de 7 platos me gustaron 3. Un caldo (Sancocho) insípido, Arroz pasado de cocción, pescado con espinas por doquier, y el postre: helado de chocolate, en serio? Adicional a lo antes mencionado, los tragos estaban fatales, pedí una piña colada con ron Zacapa y solo sabía a hielo. La atención fue amable, el mesero nos brindó una calida experiencia a pesar de la mala comida. Hubiese preferido pedir de la carta de besties y evitarme esta mala experiencia. Que por cierto, no logro entender como en un restaurante como Maito, se han dado el afán de vender hamburguesas, comida "asiática" mala (ya la he probado) y platos libaneses en el mismo lugar, esto le quita la esencia de comer en "uno de los mejores restaurantes de latinoamérica. Una tristeza

Deliciosa combinación de sabores, texturas y aromas, Maito encanta con su fusión de sabores autóctonos. De entrada ordenamos las empanadas de hojaldre con carne, la masa estaba suave, la carne con mucho sabor, los panecillos con mantequilla que dan de cortesía están muy rico, el pan suave recién horneado. De plato fuerte pedimos el sandwich que está participando de Burger Week, sin embargo, a pesar de estar muy rico, esto no era una hamburguesa (que tenga carne no lo hace hamburguesa) De igual manera, la carne estaba tierna, con buen toque de sal, el plan muy tierno y con sabir casero. Las bebidas y cocktails con ron aquí son un MUST.

No ha bajado de nivel despues de varios años operando. Absolutamente fantástico. Sin duda un lugar especial para ocasiones especiales. Recomiendo enérgicamente pedir los tacos de LambBacon.