Maito

Inigualable Maito, con sus amplias terrazas donde encontré a medio Panama. Pedimos un vino espumoso, Blanc de Blanc, que estuvo más o menos, menos que más. Mi colega pidió un whisky sour, parece que estuvo bueno pues lo repitió. Se mandó un tremendo aguacero y, según la persona que estuvo conmigo, llovió a raudales. Esa noche, en Maito, me encontré con muchos conocidos. Ell mesero dice "damas", extraño oirlo pues siempre andan con lo de "joven" aunque ya no seamos tan jóvenes. En este restaurante tienen el horno para hacer "porcatta" y en ella me dumergí con placer y gula.

el ambiente es muy agradable y amplio, tiene varios spots. se demoraron aproximadamente una hora en traernos los platos pero fueron muy amables, la comida estaba muy buena, recomiendo los asian ribs

Con gran expectativa visitamos este restaurante que se es preferido por muchos pese a la crítica. cócteles /muy malos, en su carta y la ejecución. comida/ todo sabe igual, como ahumado? no entendí y la presentación es “rara” buena vajilla. servicio / bueno, normal. Esperaba algo más celestial. en fin …

E de mis lugares favoritos, la atención de primera y el ambiente se siente super seguro pero extraño que hayan cambiado el Risotto de calamar por el “Arroz Maito”. El primero hacía alucinar, el segundo solo me parece “bueno”

Súper buen servicio de principio a fin, el menú es bastante variado a mi parecer y cada cosa está exquisita pero lo que se robó mi corazón fue su flan, un espectáculo!