Este restaurante es consistente en sus buenos sabores en cada oportunidad que lo visitamos. En esta ocasión ordenamos albóndigas de res y cerdo, que pese a su buen gusto, son tan pocas y tan pequeñas que más merece la pena ordenar otra entrada; como platos principales pedimos pappardelle al teléfono y el extracotto linguini a la 4 quesos, uno de los mejores platillos de la casa, por su carne cocinada a fuego lento que se deshace con solo hincarle el tenedor.
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Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Una vez más asistimos a este restaurante, aprovechando una de las promociones que ofrecen con frecuencia. Como siempre, la comida, excelente, ordenamos almejas de entrada, el delicado extracotto linguini a la 4 quesos y un espaguetti marseghiesa. Lo que sí encontramos muy desagradable en esta visita fue la atención, un salonero que intentó quitarnos un plato sin haber terminado y que nos quiso inducir a tomar una promoción que no ofrecía el mismo porcentaje de descuento que aquella por la cual nosotros habíamos optado. La sensación que nos dejó es que él sólo quería satisfacer sus intereses y no los de nosotros como clientes.
En esta visita, 3 de los 4 platos principales cumplieron, por eso no le podemos dar todas las estrellas en la calificación. La carne extracotto con pasta, como siempre, uno de los mejores platillos del restaurante, siempre muy concentrada en sabores y deshaciéndose con sólo hincarle el tenedor. El saltimbocca a la romana, ceñido a la receta original, muy jugoso y gustoso. Las chuletas de cordero no provenían de una buena pieza y estaban excesivamente grasosas; un restaurante de este tipo no debería, en principio, servir un plato así en la mesa de un comensal. En la pasta marinera, esta estaba al dente, pero los sabores de los mariscos no alcanzaron a fundirse con la pasta.
Grata sorpresa nos llevamos en este restaurante, que tiene un ambiente con paredes que imitan el ladrillo de los hornos donde se preparan deliciosas recetas del país de la bota. El lugar toma su nombre de una antigua bebida italiana. De entrada, ordenamos provoletta strega y almejas al ajillo. El provolone derretido, acompañado en cantidad ideal de oregano, para lograr un sabor exquisito; las almejas, de las blancas, seguramente importadas, bañadas en un jugo que pedía más pan para no dejar nada en el plato. Como platos principales, un risotto al nero de sepia y una carne extra cotto strega con pasta a la crema. Al risotto le faltaba fuerza en el sabor, que, siendo tinta, debería sentirse; la carne, seguramente cocinada por horas, fue la estrella de la ocasión, se deshacía con sólo hincarle el tenedor. Regresaremos para repetir esta deliciosa experiencia.
Regresé a este restaurante después de un buen tiempo. Me dió gusto ver que mantienen la buena calidad de sus platillos y el buen servicio. En esta ocasión pedimos el fetuccini strega (que preparan dentro de un enorme queso), las albóndigas de pescado y una pizza de hongos, pimientos y jamón. Todo estuvo muy bueno. Además tienen descuento de 50% en alimentos reservando en degusta
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