La Fragata

I would like to give this restaurant a second try as soon as I forget the overcoaked prawns and salty paella. Everything had detail - which makes a case for the kitchen not having its game on on our visit - from the moment we walked in early afternoon on a Saturday. The service was attentive and cordial. The place automatically gives a cool, comfortable feeling. At first, we were a little taken aback when certain dishes from a well-rounded menu were depleted (at 1pm on a Saturday?) but the knowledgeable staff helped us through choices. I just wished the chef had tasted the dishes before sending them out so proudly.

El estacionamiento es regular ya que cuando el restaurante está lleno como cuando llegué, hay que estacionar donde se pueda en los estacionamientos de edificios aledaños. El ambiente es coquetón pues desde que llegamos las puertas de acero inoxidable me recordaron a los de un crucero. Las ventanas semejando un barco también contribuyen a la decoración. La música si falló. El equipo de sonido no acompañó a un guitarrista que hizo lo que pudo, definitivamente puede mejorar. La falta de tecnología de sonido hacen casi imposible hablar pues entre cantante y la algarabía de risas y gritos de los comensales casi no se puede oír ni a tu pareja. Jody nuestro mesero "del patio limoso panameño" mejor no nos pudo atender. El Chef españolito posee una buena mano. El actual dueño, un señor sirio siempre presente hace que su negocio funcione al son de los clientes. Con discreción maneja al personal muy bien. La entradita de sepia con queso manchego quizá fue lo que más me gustó. El filete con hongos bien logrado. La entraña durita. No había Mero, pero el Róbalo que lo reemplazó con su salsa Costa Brava no tuvo nada que pedir. La Corvina a la Vizcaína con salsa completamente diferente a la roja anterior estuvo más delicada y sabrosa. Finalmente el flan comunzongo igual que todos los del mundo. El Cousino Macul Cabernet Sauvignon como de costumbre se portó bien.

Chef español con buena mano. Tiene platos especiales. Servicio muy bueno y buen ambiente por las noches con música en vivo para tomar una copa de postre.

Remodelado con una decoración moderna, pero sin perder el toque marino. La comida es buena y la sangría sigue siendo una de las mejores.

Tenis muchos años que no visitaba este restaurante pero por los comentarios de que habían restaurado el local lo visite con unas amigas y en general valió la pena. Han hecho un trabajo magnífico en la decoración que la aligeraron y refrescaron con ambiente marino. Su comida también ha sido mejorada y el servicio fue muy atento. Todas quedamos muy complacidas y lo recomiendo altamente.