La verdad hace rato no me decepcionaba tanto con un restaurante, desde que mi familia y yo nos sentamos en la mesa el servicio fue malo, no nos ofrecieron agua porque según el manager no suelen ofrecer “por el alto contenido de sodio”, se entiende el tipo de restaurante que es, pero el sabor y la cantidad de la comida no vale el precio, la entrada no las dieron sin cubiertos, pedimos bebidas con la comida y NUNCA llegaron. tuvimos que comer solo con el único vaso de agua que PEDIMOS, a lo último el mesero se acerca y yo le recordé las bebidas que al final no pedimos (ya habíamos acabado la cena), el menú de niños (pescado literal sin sal), el ambiente bueno y relajado. Al final luego de unas recomendaciones la capitana nos dio unos “incentivos” por la noche no tan amena.