Jungla Bowling

Restaurante con barra de bar dentro de una bolera. Fuimos a almorzar y luego jugar. Habia un cumpleaños, los cuales se celebran en el area de restaurante por lo que fue un constante gritos y niños corriendo, es horario diurno, por lo cual es un ambiente familiar. Los platos son de precio elevado. Pedímos alitas de entrada, quesadilla, un postre y bebida, todo aceptable. Porcion de dulce no para compartir, sino para una persona. Trajeron primero el dulce. La comida demorada, no es lugar para comer algo rápido sino para pasar el rato. Muchos ordenan mientras juegan, por lo que las bolas de Bowl totalmente sucias y grasosas, no hay para limpiarlas. No volvería.

el servicio y ambiente están mucho mejor que la comida, pero para ser un bowling está rico me encantaron los mocktails, uno mejor que el otro

La decoración está espectacular. La mejor de panamá y se pasa muy bien; aunque sí, carito… Algunas observaciones sobre la comida: Pedir un happy hour implicaba que te trayeran las 2 bebidas al mismo tiempo, eso no me hizo mucho sentido. La hamburguesa aunque tenía buen sabor estaba 6/10, un poco seca la carne y el pan se desmenuzó con la salsita. Tienen un para compartir de papas con carne muy rico, 8/10.

Excelente ambiente para disfrutar con la familia o amigos. Sirven porciones de buen tamaño y me sorprendieron con el buen sabor de sus comidas.

Una muy mala experiencia con el supervisor Oliver. Vimos una promoción y preguntamos a 2 meseros que nos confirmaron, al revisar la imagen, que sí existe. Sin embargo, a la hora de la cuenta, llega con otro precio. Consulto al mesero, quien me confirma que se equivocó e instantáneamente llama al supervisor. Este último decide ser arrogante, diciendo que esa promoción no existe y que ha expirado, a pesar de que la publicidad no tiene fecha límite. Decide ser sarcástico y dice: "Voy a ver en qué te 'AYUDO'", de forma despectiva. Esto me enoja, ya que el error fue de ellos. Me pregunto qué le hace pensar que no puedo pagar la cuenta y cuándo le estaba pidiendo un descuento. Estoy reclamando su publicidad engañosa y él termina intentando discriminarme en vez de pedir una disculpa y asumir el error.