Dodó - Bon Pan Café

He ido dos veces. La primera vez me lleve una buena impresión con una rica ensalada de lentejas y un delicioso café dodo. Lastimosamente, la segunda vez no me fue bien. Fui con varios amigos bajo mi recomendacion. La ensalada ya no estaba disponible. El cafe no estaba tan bueno como la primera vez y lo peor de la visita fue que nos cobraron mas caras las bebidas de la casa que el precio del menú (el menu decia $3 y nos cobraban $4.50). Le avisamos a la mesera del error en precios, ella amablemente reconoció el error y fue a hablar con la gerente. Para nuestra sorpresa la respuesta fue, que quien escribió el menú lo debió haber escrito mal porque el precio correcto era $4.50 y tampoco podían cambiar el precio por otra razón absurda que ya no quería escuchar. Nunca recibimos una disculpa de parte de la gerencia ni siquiera se acerco a la mesa. No lo volvería a recomendar a mas nadie por irrespeto a sus clientes.

el lugar es divino y la comida rica, lástima porque el servicio deja mucho que desear. Por un lado, tardaron 50 minutos en traerme mi desayuno (solo éramos 3 mesas); por otro lado, las meseras no fueron amables. Es una pena porque aunque el lugar es hermoso y la comida es de muy buena calidad, no regresaría pues el buen trato y la actitud son igual de importantes que lo anterior mencionado.

Desde el primer día que mi familia y yo decidimos ir a este sitio quedamos encantados, cada vez que vamos al casco antiguo pasamos por una taza de café y unas tapas, la verdad es que el ambiente y atención es agradable.

Excelente! Comida saludable, deliciosa, con ambiente más allá de las expectativas. Me encanta comer aquí. Atendido por sus propietarios, es negocio de familia y se nota en la calurosa atención.

Este pequeño cafe cuenta con un ambiente muy acogedor, perfecto para pasar una tarde con los amigos con buena comida, te, cafe y un buen vino y obviamente unos postres exquisitos. Nos gusto mucho que habían platillos muy buenos, veganos, vegetarianos , gluten free y saludables. Adentro, un ambiente hogareño y cálido, eso si, si eres muy alto tendras que jorobarte un poco para no golpearte la cabeza. Afuera, perfecto para un atardecer con una refrescante selección de te fríos exóticos. Repostería muy fresca, y los postres buenísimos con una gran variedad de opciones veganas. El servicio, podría mejorar un poco, aunque la actitud de las meseras es buenísima, a veces un poco olvidadisas. En general uno de nuestros cafés favoritos del Casco.