La cocina es excelente. Las opciones de cocktailes son variadas; el menú de comida no es amplio, pero es muy bueno. Pedimos las berenjenas a las brasas de entrada, EXQUISITAS, lo único que nos decepcionó es que redujeron el tamaño de ese platillo a la mitad (ya las había pedido antes). La ensalada de palmitos, las patatas bravas y las croquetas de jamón serrano, también exquisitos. El servicio muy bueno y el ambiente sùper (aunque era martes, había gente y estuvo de lo más agradable).

El lugar es hermoso, la terraza realmente agradable. El servicio es bueno y la comida muy rica (ensalada griega, brochetas de pollo a la parrilla, entrada de berenjena... todo delicioso). Fuimos sábado y no había mucha gente, así que el ambiente fue tranquilo y relajado.

No es barato, pero la comida es exquisita y un súper servicio; me atendieron mejor que otra veces, y el ambiente realmente agradable como siempre (el DJ buenísimo). El pulpo, el atún, los ostiones, la carne y la hamburguesa que pedimos ¡delicioso! El creme brulée buenísimo, lo único que no nos encantó fue la pizza de nutella, tienen mejores postres.

Está OK, pero tenía muchas más expectativas. Pedí la corvina y estaba sobre cocida, algo seca. Pedimos también los dumplings de camarón, y no nos sorprendieron. De postre la creme brulée, y la porción es pequeñísima. Nos habían recomendado mucho el restaurante, pero tendremos que repetir porque no nos llevamos la mejor experiencia.

el lugar es divino y la comida rica, lástima porque el servicio deja mucho que desear. Por un lado, tardaron 50 minutos en traerme mi desayuno (solo éramos 3 mesas); por otro lado, las meseras no fueron amables. Es una pena porque aunque el lugar es hermoso y la comida es de muy buena calidad, no regresaría pues el buen trato y la actitud son igual de importantes que lo anterior mencionado.