Corcho

Me encanta. Es perfecto para una cita o para pasar un buen rato entre amigos tomando vino y charlando. La comida es muy buena. El ambiente no se siente recargado, mas bien es acogedor, con un buen balance entre lo moderno y clásico, algo propio del Casco Viejo. La selección de vinos - buenísima, ademas el sommelier hace un buen trabajo. Recomiendo el Sueño del Torero - un flat chuck que se derrite en la boca, así de tierno queda. El pulpo - muy rico, diferente a todo lo que había probado antes. Los postres ambos me gustaron, divinos!!! el tiramisu y la panna cotta - los adore! En fin, me gusto el lugar, muy agradable y todo delicioso!

Entrada: Montaditos de Jamón Serrano 9/10 Plato fuerte: - El pulpo 3/10. Buena porción de pulpo, pero estaba duro, chicloso y quemado. Las papas eran diminutas y sólo unas cuantas y no sabían a nada. - Los camarones 7/10. El puré y los camarones estaban medio insípidos. De beber pedimos una copa de vino tinto y una de vino blanco, los cuales estaban buenos. El ambiente 10/10. Siento que es un restaurante para ir a beber vino y picar, más no para cenar.

Fui a Brunch con mi Flia.y fue expectacular, la chica Alba q me atendio 1000/100! Amé el café delicioso me🥰☕️🥂

Pedimos varios platos para compartir, croquetas, montaditos de Salmón, carpaccio…y para terminar unos postres que estaban deliciosos. Muy buen servicio y muy buena calidad. Recomendado si pasas por el casco antiguo.

Que decir de mi experiencia en Corcho…me encantó! La comida es sumamente buena, empezamos con unas degustación de croquetas de hongos y de pulpo, una explosión de sabores! Seguimos con los platos fuertes que fueron el sueño de torero con mil hojas de papas (fue mi plato favorito) y un salmón primavera. Para terminar Anna, que nos atendió de buena manera, nos recomendó como postre una mouse de maracuyá increíble.