Con ansias de probar comida hindú desde hace mucho tiempo decidí ir a este restaurante. Debo opinar de manera objetiva ya que la cultura hindú es diferente. Basado en esto debo decir que la atención es buena, sin embargo no es como decimos en Panamá, de ser entrona, es bastante pasiva, de mucha calma, de tono de voz bajo lo cual ejemplifico como respeto hacia el cliente. Dicho esto, tuve la oportunidad de ser atendido por el dueño que me explico de manera muy amable lo que usualmente se come, también me explico los diferentes platos y al final, basado en que era primera vez comiendo este tipo de comido, me hizo sus recomendaciones las cuales fueron muy acertadas. Probamos una bebida muy pedida, Mango Lassi que es: un licuado de mango con yogurt. De entrada pedimos las famosas Chicken simosas con sus salsas de cilantro y otra de tamarindo. Son empanaditas fritas rellenas de pollo. De plato fuerte ordenamos el Thai chicken curry que es hecho a base de leche de coco y curry una exquisitez. Pero cuidado! Mucha salsa puede empalagar pero esta en su punto, ni muy espesa ni muy aguada. El mix perfecto de textura. Y no podía faltar probar el Garlic Naan. Un tipo de pan pero muy delgado hecho al horno y con un toque muy acertado de ajo. Para mi, que soy amante del pan, fue todo un éxito. Volvería a probar otras cosas ya que me crea mucha curiosidad.
