Habíamos comido anteriormente en Chèvre y siempre nos gustaba. Esta vez encontramos unos problemas. En primer lugar, los tragos estaban muy aguados. Ordenamos gin & tonics y Aperol Spritzes y los dos no sabían mucho a su respectivo alcohol. Para entradas, ordenamos un pizza deep dish (para compartir entre siete personas), la porchetta market y las papas fritas con queso raclette. Todos eran muy buenos, especialmente las papas con queso. Lamentablemente, los platos fuertes no llegaron al nivel de calidad de las entradas. El socarrat con langostinos estaba super salado con los langostinos casi incomestibles y como guarnición, los tomates cherry llevaba una salsa media dulzón que no combinaba con el arroz crujiente. La pasta fruti de mare tuvo el mismo problema--los langostinos estaban muy salados pero la salsa sobre la pasta estaba casi sin sabor. El filete de res era muy pequeño por $25, Fue servido con bacon duro y acompañado con un puré de papas que llegó frío. El brisket era bueno. Los postres, nada que ver. El flan de queso de cabra era sobre cocido. Es una lástima que un restaurante que siempre nos gustaba ha deteriorado mucho.
Estimado Sr. Ken sus comentarios son bien recibidos, nos esforzamos por una mejora continua desde nuestras instalaciones, servicio y por supuesto nuestro menú con miras a siempre brindar una extraordinaria experiencia gastronómica que ha descrito nuestra historia y estamos seguros que con clientes como usted que retan siempre la calidad y el buen servicio seguiremos creciendo en positivo. Pronto regreso y muchas gracias por su atención.