Casa Escondida

Ambiente familiar acogedor, decoración impecable con detalles vintage muy influencia vitivinícola en ella, lugar excepcional para ir con niños en el Brunch especialmente

Buen ambiente, muy acogedor e íntimo para esconderse como lo dice su nombre. El personal muy atento y la comida vale le pena, nos gustó mucho la sangría de vino tinto riquísima.

Me encantó el ambiente, muy acogedor y una terraza rodeada de naturaleza. Me encantó la remolacha acevichada como entrada, el codillo estuvo espectacular. Definitivamente, regresaría a probar más del menú.

Es un lugar bonito, acogedor. Su terraza en tardes de verano es un must, su carta es variada y bastante completa sin necesidad de ser extensa. Sus papas fritas son de pedido obligatorio, el codillo es perfecto para compartir. Vale la pena visitarlo bien sea para unos tragos y picar o para una comida completa

Seré honesta! Decidí ir al lugar para mí cumpleaños por recomendación de alguien cercano y tengo que confesar que fue la mejor decisión... Todo estuvo ESPECTACULAR, la atención, la comida, el ambiente... No tengo queja de nada... A propósito, probé el mejor Gin Tonic de mi vida, La Cazuela de Mondongo, Los taquitos de chicharrón y los camarones crispy que fueron la mejor elección como entrada; de plato fuerte comimos la hamburguesa la cual estaba cocida a la perfección, en general este será mi nuevo lugar favorito para celebrar todos los momentos especiales.