Cuando acudà por vez primera, pensé, ojalá y se mantenga para tener otra opción, ya que el mercado estaba dominado por un solo y "secreto" restaurant.
He regresado en varias oportunidades y esta ultima vez me sorprendio
gratamente, pues no solo se han mantenido, si no que ha mejorado de una forma notable su variedad y calidad de cortes, asi como también sus entradas, las cuales van desde platos frios (ceviches y ensaladas diversas) a un amplio menú de platos calientes.
Los meseros son pocos para la cantidad de comensales, eso hay que admitirlo, pero en lÃneas generales te dan lo mejor de si.
Los encargados de ofrecerte las carnes son solicitos y atentos en la medida que pueden, pero si tu les pides un tipo de corte de inmediato te complacen.
Cuando sientes que ya estas satisfecho y no quieres (puedes) mas te sorprenden con un plato de langosta termidor (un espectáculo).
La piña asada con canela no puede faltar.
Tienen carrito de postres variados para ofrecerte.
En fin, no hay manera de no salir complacido de Brazzeiro y con ganas de retornar.
Es de hacer notar que su precio es inferior al de su competencia, habiendo una excelente relación precio-valor.
Cerremos los ojos ante su no eficiente servicio, para regodearnos en sus sabores.
