Blame Kiki

Lugar super tranquilo para tener un brunch en familia. La comida está buena y a buen precio. Lo único relativamente negativo es que la comida se demoró un poco en llegar, pero aparte de eso, 4.5/5

La comida es rica, las sodas artesanales también. Pedi el postre de galleta de red velvet y estaba bueno. La atención es pésima, la salonera nos atendió a las 7:30 y nos indica que contamos con dos horas de reserva, se entiende esa parte. Luego nos indica que no iba a poder prepararnos la pizza Kiki porque el horno recién lo habían encendido, demora en calentar y que no iba a dar en las dos horas para traérnoslo, lo cual como “restaurante capacitado”, no debe ser problema para el cliente. no he vuelto después de esa experiencia, de muy mal gusto

La decoración y el ambiente son hermoso, su selección de platos se basa en pastas y pescados ya que son un restaurante Kosher, tiene un lindo concepto, definitivamente regresaría para degustar otros platos.

Kiki nunca falla! He ido varias veces y siempre es delicioso!! hoy probé el avocado toast! amé!!! la atención impecable!

Este restaurante siempre aparece como una de las mejores opciones para hacer Brunch en Panamá, nos pareció una buena opción para disfrutar. Comida: El menú tiene cierta variedad de opciones para disfrutar, sin embargo para “brunch” no hay tantas opciones más allá de los bagels. Tuvimos la oportunidad de degustar 2 pizzas, la torre de bagels y 1 postre. Las pizzas tenían buen tamaño y combinación de sabores. La torre de bagels presenta una interesante combinación de sabores para untar, pero en sabores estaban algo simples. El postre fueron los pancakes con las hojas de oro, estuvo rico pero nada especial. Servicio: No nos sentimos bien atendidos en ningún momento, fue difícil obtener la atención de alguien que nos atendiera, hubo un incidente con la torre de bagels y no tuvieron la decencia de pedir disculpas. Además de otra situación que se presentó con una comensal de mi grupo que por condiciones especiales tenía su botella de agua, a la cual se le abordó cómo si fuese alcohol sin hacer preguntas. Comprendo que hay normas en los restaurantes y estamos aquí para honrarlas, pero siempre hay buenas maneras de abordar a los comensales sin ser groseros ni humillarlos. Ambiente: El restaurante es hermoso para tomar fotografías y está muy bien ubicado en la ciudad.